El presidente Javier Milei presentó ayer el Presupuesto para 2026. El foco está puesto en el superávit fiscal como ancla inamovible. Si bien anunció aumentos en algunas partidas sociales, anticipa recortes y elimina obligaciones presupuestarias. "Este presupuesto presenta el menor nivel de gasto a nivel nacional en relación al PBI de los últimos 30 años. El nivel de gastos de Nación está por debajo del nivel de gasto de las provincias por primera vez desde la década de los 90", sostuvo el mandatario. El Gobierno incluyó en el Presupuesto la regla fiscal que implica que, si caen los ingresos o aumentan los gastos, deberá compensarse por alguna otra partida para que el resultado mantenga el equilibrio. El proyecto plantea que los recursos corrientes crezcan en 2026 un 20,7% respecto del año 2025. El Gobierno anunció un aumento del 8% real (es decir, por encima de la inflación proyectada del 10,1% para el año próximo) en la partida de educación. Además, planteó que las universidades nacionales tendrá un presupuesto de $ 4,8 billones. Sin embargo, en el proyecto también se contempla la derogación para el ejercicio fiscal 2026 del artículo 9º de la Ley Nº 26.206 de Educación Nacional, que plantea la obligatoriedad de que el gasto total destinado a educación por parte de la Nación las provincias no debe ser inferior al 6% del PBI. Cabe resaltar que ese objetivo solo se cumplió en 2015, según relevó Argentinos por la Educación. Por otro lado, desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), los $ 4,8 billones anunciados implica anualizar lo percibido hasta diciembre de 2025, lo que implica que sería el mismo gasto del año en curso. Además, advirtieron que está lejos "de los $ 7,3 billones necesarios para que pueda funcionar normalmente el sistema". Además, se deroga el artículo 52 de la ley 26.058 de Educación Técnica que crea un Fondo Nacional para esta formación que tenía recursos no menores al 0,2% de los ingresos corrientes previstos por el presupuesto. Por último, deroga los artículos 5, 6 y 7 de la ley 27.614 que proyecta que hacia 2032 debe aumentarse progresivamente el presupuesto para ciencia y técnica hasta alcanzar el 1% del PBI. Según la Ley, para 2026 debía asignarse el equivalente al 0,52% del PBI. Además, la Ley postula que el presupuesto asignado "nunca será inferior, en términos absolutos, a la del presupuesto del año anterior". El presidente reiteró el compromiso que había asumido desde que comenzó su gestión, cuando sostuvo que la única que tendría la billetera abierta sería la cartera de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello. "Si el presupuesto es el plan de gobierno y el 85% de este presupuesto será destinado a educación, salud y jubilaciones, eso quiere decir que la prioridad de este gobierno, tal como siempre dijimos, es el capital humano", reforzó ayer Milei. En el artículo 73 del proyecto, el Gobierno deroga la movilidad de las Asignaciones Familiares para los trabajadores en relación de dependencia, que estaban sujetas al ajuste aplicado a las jubilaciones, que el Ejecutivo modificó por decreto para que se actualicen por la inflación de dos meses atrás. En el acuerdo con el FMI se había estipulado que se implemente una unificación de las asignaciones para mejorar el registro de beneficiarios. El presidente anunció un aumento del 5% en la partida de jubilaciones. Según analizó el Centro de Economía Política (CEPA), el gasto en jubilaciones en julio tuvo una caída del 0,9% contra el mismo mes de 2023, mientras que en 2024 explicaron más del 19% del ajuste del gasto. Así, el poder adquisitivo en el trimestre abril-julio de 2025 es 3,1% inferior al del último trimestre de la gestión anterior. En el caso de las que perciben bonos, están un 15,7% por debajo. Según explicó el extitular de ANSES de comienzos de este Gobierno, Osvaldo Giordano, "ese 5% no es más que aplicar la movilidad actual en un escenario proyectado de inflación descendente". Los gastos asignados por Ministerio dan cuenta de la priorización que tendrá el año próximo la cartera de Capital Humano, que concentrará casi el 60% del gasto de la administración nacional con más de $84 billones, lo que implica un aumento del 20% respecto del gasto de 2025. Según estimó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), tendría un incremento real del 5% respecto a 2025. El ministro que más aumentó sus recursos es Federico Sturzenegger, quien consiguió un aumento para su cartera (Desregulación y Transformación del Estado) del 78,9%. En términos reales, la suba supera el 50%. Para 2026 tendrá fondos por $ 25 mil millones. El Ministerio de Economía es el segundo en materia de fondos destinados con más de $8 billones, lo que implica un aumento del 19,1%. Sin embargo, se mantiene por debajo de lo destinado al pago de servicios de deuda pública ($ 12 billones, +19,4%) y de las obligaciones a cargo del Tesoro ($ 12 billones, +57%). El Ministerio de Salud recibirá $ 7,4 billones, un 11,1% más, casi en línea con la inflación proyectada. Esto implica una caída real en los fondos destinados del 2,6%, según IARAF. El Ministerio de Seguridad, en manos de Patricia Bullrich, percibirá $7,39 billones, un 13,5% más que en 2025, lo que implica una caída real de 0,5%. La jefatura de Gabinete es la que menor aumento registra (8%) y no está incluida la separación del recientemente restituido Ministerio del Interior. Así, la baja, descontando la inflación, será del 5,3%. Los recursos para la Presidencia de la Nación aumentarán un 12,3% hasta totalizar los $ 427 mil millones. El Poder Legislativo registra un aumento de 9,8%, mientras que el Judicial, uno de 13,9%. Todas las carteras ven una caída real en sus partidas, salvo las de Caputo, Pettovello y Sturzenegger. Estos, sumados a los servicios de deuda y obligaciones del Tesoro, explican el aumento del 5,7% del gasto de la Administración Pública.