A partir de una investigación realizada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), se detectó que la importación de equipos informáticos para la minería de criptomonedas, que no fueron comercializadas, sino que comenzaron a ser explotadas por el propio contribuyente que las ingresó del exterior, de manera irregular.
Luego, en un operativo, la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA) dieron con la granja de criptomonedas montada por el contribuyente que no se encuentra registrado con ninguna actividad vinculada al desarrollo de criptoactivos.
Según estimaciones oficiales, la granja poseía equipamiento como para generar, por año, 100.000 dólares de ganancias.
"Desde el comienzo de la gestión de Carlos Castagneto, el organismo comenzó a llevar adelante tareas de fiscalización y control sobre el sector de los activos digitales", indicaron desde la Aduana y destacaron los cruces de información de las áreas especializadas para detectar, a partir de consumos elevados de energíaeléctrica, granjas de criptomonedas no declaradas en distintos puntos del país.
En esas verificaciones presenciales, los agentes constatan la existencia de la documentación de importación correspondiente de los equipos y la correcta registración tanto de la actividad de minería como así también los ingresos percibidos.
En los últimos operativos realizados por la Aduana, los equipos de minería cripto se volvieron una constante. Este fin de semana, en el megaoperativo en el puerto de Buenos Aires entre 274 toneladas de productos fuera de regla, en 14 contenedores, se detectaron 342 minadoras.