El Mundial de fútbol ya comenzó. Y en la apertura del torneo, el bicampeón North American Martyrs además el último en dar la vuelta olímpica goleó al Augustinianum Marianum por 5 a 0.
No se trata del Mundial de Brasil, está claro, sino de la Clericus Cup, más conocida como el Mundial de la Fe. Aquí no participan figuras como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo o Franck Ribery, sino ilustres desconocidos que dedican su vida a la religión, y que hoy se desempeñan como seminaristas y sacerdotes.
Si bien esta será la octava edición de esta competencia, en 2014 el torneo toma una preponderancia mayor a la de otras ocasiones.
En primer lugar, porque coincidirá con el año en el que se disputará el Mundial de Brasil. En segundo, porque será el primero que se jugará bajo el papado de Francisco, un fanático del fútbol que además por estos días cumple sus primeros 12 meses al frente de la Iglesia. Su figura tiene tal relevancia, que el lema del torneo es El Papa Francisco es mi capitán.
El Mundial de la Fe se disputa en el Vaticano y finalizará el 24 de mayo próximo. Participan 350 futbolistas de diferentes partes del mundo, que conforman 16 equipos. Todos pelean por obtener la Copa con el Saturno (como se llama el sombrero de ala usado por los Papas), que sería el equivalente a la Copa FIFA. El actual campeón es North American Martyrs, de los Estados Unidos.
La Clericus Cup se disputa en el campo de deportes de Oratorio de San Pedro, con la Cúpula de San Pedro del Vaticano de fondo.
La del Papa Francisco, sin embargo, no será la única presencia argentina del torneo.
Santiago Caucino, futbolista del Sedes Sapientiae, es otra de las figuras que más llama la atención en el torneo. A los 38 años, este religioso se transformó en uno de los jugadores más llamativos y convocantes de la Clericus Cup, al convertirse en el único en disputar todas las ediciones de este trofeo.
Al tratarse de un evento que tiene su costado religioso, también tiene un Judas. El brasileño Joao Kalewski no sólo tiene el cartel de máximo goleador histórico de este campeonato (43 goles en seis ediciones), sino que también cuenta la particularidad de que en cada competencia defendió una camiseta diferente.
La Clericus Cup fue impulsada en sus inicios por Tarcisio Bertone (ex secretario general de la Santa Sede) y organizado por el CSI (Centro Sportivo Italia), en colaboración con la Iglesia Católica Italiana y el Pontificio Consejo de Cultura.
Este año cuenta con jugadores de 60 nacionalidades diferentes y aunque 200 de ellos son de habla hispana. Italia (42 miembros) y México (33) son los países con mayor cantidad de representantes, seguidos de cerca por Estados Unidos y España, con veinte cada una. Colombia, Zambia, Nigeria, Paraguay, Australia, India, Pakistán, Ucrania, Brasil y la Argentina, entre otros, completan este abanico de culturas provenientes de los cinco continentes.
De acuerdo con sus organizadores, en esta octava edición además de promover el fair-play también habrá lugar para un Tercer tiempo, que para no perder el hilo conductor de este Mundial de la Fe fue bautizado como fair-pray (oración limpia).
En este espacio, luego de que el árbitro dictamine el final del encuentro los futbolistas de ambos equipos, se darán el saludo correspondiente, y luego se reunirán en el centro del campo para una oración de acción de gracias.