A partir de ahora, los consumos en moneda extranjera con tarjetas de débito y crédito en pasajes y paquetes turísticos que superen los u$s 300 por mes, pagarán una nueva percepción extra del 25% en concepto de adelanto de impuestos. Con el nuevo aumento, el dólar para viajar y consumir en el exterior rondará los 300 pesos.
Sin admitirlo, la idea del Gobierno es desalentar los gastos en el exterior o al menos que el consumidor pague cuando viaja al extranjero un dólar similar al precio que paga en la Argentina cuando compra dólar blue.
La medida no esconde nada raro. Hay un dólar barato, el oficial, que no está a precio de mercado. Pero devaluar el oficial volcaría de forma masiva a miles de argentinos a la pobreza.
Por eso el Gobierno se las ingenia para tratar de devaluar sin devaluar. Y también se las ingenia para no decir lo escaso que está de dólares.
La medida abarca también a los considerados bienes suntuarios o "de lujo"comprados en el exterior, como automóviles y motos de alta gama, jets privados -pequeños aviones; embarcaciones de uso recreativo -barcos; bebidas alcohólicas premium; relojes, perlas, diamantes y otras piedras preciosas, máquinas tragamonedas y máquinas para minar criptomonedas, informaron fuentes oficiales, según la agencia Télam.
Considerando un tipo de cambio del dólar del Banco Nación de $150, si se le adiciona el Impuesto PAIS (30%), la percepción a cuenta de Ganancias (45%) y la percepción de 25% a cuenta de Bienes Personales (25%), el valor de la operación por dólar será de $ 300.
Los consumos por un valor inferior a u$s 300 por mes seguirán pagando el tipo de cambio de $ 262 vigente en la actualidad, correspondiente al tipo de cambio oficial más el Impuesto PAIS y la retención del 45% de Impuesto a las Ganancias.
Unas 3 millones de personas realizaron consumos con tarjeta en dólares en agosto último, de las cuales 2,8 millones hizo gastos por menos de u$s 300 en el mes, a un promedio de u$s 22 dólares cada uno -equivalentes al 19% del total de gastos con tarjeta del mes-.
Mientras que 200 mil personas hicieron gastos superiores a u$s 300 -por un monto promedio de u$s 1314, equivalentes al 81% del total de gastos con tarjeta-.
Poner un cepo más al dólar, en este caso al turista, es reconocer que los dólares no sobran. Pero al mismo tiemplo, una brecha tan grande, también pone al descubierto que hay un dólar subsidiado.