El presidente Javier Milei dijo que "el futuro de la Argentina depende fundamentalmente de una sola cosa: que el pueblo y la política se comprometan con el orden fiscal". Lo hizo durante la presentación del Presupuesto. Un día antes, el principal opositor, Axel Kicillof relativizó la importancia del superávit: "La mayoría de los países del planeta tiene déficit fiscal cuando uno ve las tablas del FMI... sobre casi 200 países. El déficit fiscal o superávit fiscal son objetivos transitorios". Con estos dos extremos el país vive momentos de tensión. Previo a la elección, hoy se traduce en lo más conocido por los argentinos: el dólar. El ministro de Economía, Luis Caputo vio el negativo resultado electoral en Buenos Aires y se quejó de que haya una votación cada dos años. Ya era tarde. El dólar pasaba el techo de la banda en las pizarras. El Banco Central se disponía a intervenir. Eso trae algunas preguntas trascendentales: ¿Dejará el FMI utilizar sus dólares para -otra vez con Caputo al frente- sostener el tipo de cambio? ¿Hay reservas para pagar la deuda? Javier Milei, su hermana Karina y el resto del gabinete estaban convencidos de que el ajuste tenía apoyo popular. Así lo vendían en el exterior. Ese relato fue comprado con creces. Buenos Aires decretó no estar de acuerdo. Y ese resultado resquebrajó el corazón de la gestión libertaria. Algo se rompió. En la cadena nacional Milei ya no habló de "¡Viva la Libertad Carajo!". Solo dijo "muchas gracias". "El mejor equipo de la historia" crujió. Y las críticas -en off the record- se amontonaron. El ruido llegó al Círculo Rojo que comenzó a dejar correr versiones acerca de la sucesión presidencial. No el peronismo. El establishment. Karina Milei aceleró en la curva, como siempre señaló su hermano. No permitió cambios en el esquema de poder y no entregó a los Menem. Esa decisión hizo que empresarios acostumbrados a aplaudir y reír con cada chiste o agresión del Presidente a quien pensara distinto ahora se preguntaran "¿gobierna él o su hermana?". Karina responde con acciones. Al punto tal que sentó a Martín, titular de la Cámara de Diputados, en una de las tantas mesas que sirvieron para ganar tiempo hasta el 26 de octubre. Tampoco corrió a "Lule" Menem. Daniel Parisini, el "Gordo Dan" en X, creyó, avalado por Santiago Caputo, que podría voltearlo si lo presionaba por las redes sociales. No tuvo suerte. Alguien que habló con el Presidente en las últimas horas lo escuchó a Milei criticar a los militantes digitales. Cree que son injustos con su hermana. Para él todos son prescindibles salvo ella. Parisini y su equipo digital parecen no entenderlo. Mientras tanto, con un triunfo que tranquilizó los ánimos, la interna del peronismo bonaerense está lejos de terminar. El vínculo entre Axel Kicillof y Máximo Kirchner está roto hace tiempo y no cambió con la elección. El domingo el gobernador le dio una entrevista a Clarín. Para La Cámpora fue la señal de que no oculta la traición para con Cristina. El hijo de la expresidenta concluye que la elección se lee así: "La gente votó contra Milei, no a favor de Axel. No ganó el gobernador. Perdió el Presidente. No conduce". A falta de cinco semanas para una nueva elección, el PJ en la provincia tiene tres (si, tres) comandos de campaña y ni una mesa que unifique la estrategia. "(Jorge) Taiana es el único que está al servicio de los tres, tanto del equipo de Massa como el de Cristina y el de Axel. Cada espacio arma su actividad y lo convoca si lo necesita", explicó un armador del tigrense. "Es sencillo. Ellos (por el equipo de Kicillof) creen que la conducción es de Axel. Nosotros, de Cristina. No hay mucho más para agregar. Veremos en un año como se ordena con una interna, pero no tenemos más que hablar", resumió un camporista. Según pudo saber El Cronista, hoy cada candidato testimonial mira para abajo de la lista. Si al dejar el lugar el entrable no responde a su tribu, hay serias dudas si conviene o no dejar la Legislatura bonaerense. "Los votos para la gobernabilidad se cuentan de a uno. Y hoy es más fácil negociar con libertarios díscolos o gente del experimento de la tercera vía que con La Cámpora", explicaron desde el entorno del gobernador.