La muerte del fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman, cinco días después de denunciar a la Presidenta de la Nación, ha generado una grave crisis institucional y una tremenda conmoción social. Basta repasar las primeros encuestas para darse cuenta del enorme impacto que el caso ha tenido en la opinión pública. El 70% considera que no fue un suicidio, según la consultora IPSOS Mora y Araujo. Siete de cada diez argentinos piensa que el caso quedará impune, de acuerdo a Management & Fit. Y casi un 70% afirma que la noticia es más conmocionante que la muerte de Carlos Menem Jr., el asesinato de Cabezas y el suicidio de Yabrán, según OPSM.
Está claro que por el impacto, la muerte del fiscal teñirá la campaña electoral pero la incógnita por estas horas es si será un factor central en la intención de voto. Dicho de otro modo, ¿qué pesará más a la hora de votar, el factor económico o la demanda de mayor transparencia e institucionalidad? ¿Se impondrá la idea de cambio con continuidad o la de ruptura? ¿Podrá el caso perforar el piso de 30% que tiene cautivo el peronismo desde hace años?
La historia argentina reciente ha demostrado en la mayoría de las veces que el bolsillo ha pesado más. Carlos Menem fue reelecto en 1995, dos meses después de la confusa muerte de su hijo y con dos atentados a cuesta, el de la AMIA y la Embajada de Israel, entre otras muertes dudosas que marcaron su gestión.
¿Habrá esta vez una bisagra en el paradigma electoral?
Los analistas aseguran que es muy pronto para dar una respuesta. A siete meses de las primarias obligatorias es difícil saber si se mantendrá la conmoción hasta el 9 de agosto. Un ejemplo concreto: apenas apareció muerto el fiscal, la consultora IPSOS registró que un 80% de la población creía en su denuncia contra Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman por encubrir a Irán en el atentado a la AMIA a cambio de relaciones comerciales. Diez días después, una nueva medición de la consultora señala que ese porcentaje bajó a 65%.
Con todo, tanto IPSOS como Management & Fit y OPSM pueden adelantar ya algunas tendencias. Las tres firmas coinciden al afirmar que el caso impacta de lleno en el Gobierno, en especial en la imagen de la Presidenta, y que la idea de cambio comienza a imponerse sobre la de continuidad.
"Un 84% de los argentinos cree que el caso afecta la imagen de Cristina Kirchner", dice Mariel Fornoni, directora de Management % Fit.
No es todo. No sólo se reprueba el tratamiento que el Gobierno le está dando al caso un 61% considera que es malo, según IPSOS sino también que se cuestiona la gestión. "Cuando CFK fue reelecta en 2011, más del 50% de la opinión pública consideraba que la economía era buena. Ahora sólo piensa eso el 20%", afirma Luis Costa, director de la firma.
Pero Cristina no es candidata y no hay aún acuerdo en cómo será el impacto en los presidenciables. Un sondeo que está terminando OPSM, que preside Enrique Zuleta Puceiro, destaca que Mauricio Macri subió casi cinco puntos. "El líder del PRO ha comenzado a resolver a su favor el empate técnico imperante desde hace algunos meses en las intenciones de voto a Presidente 2015", dice Zuleta Puceiro. El consultor destaca que en su sondeoDaniel Scioli se mantiene porque logra aglutinar el voto del peronismo, y Sergio Massa potencia la tendencia a la baja.
Fornoni también cree que se afirma la idea de cambio. Y en esa línea, Macri aparecería incluso con más chances que Massa, a quien se le cuestiona su pasado K al igual que el de su equipo.
En cambio, para Costas, Scioli podría resultar el más perjudicado por su cercanía a la Casa Rosada.
El ganador será el que logre capitalizar mejor esa demanda de cambio y canalizar la conmoción social sin que la gente perciba un oportunismo electoral.