En esta noticia

Las organizaciones necesitan reconocer el valor de las personas con más experiencia.

Quienes se acercan o superan la barrera de los 50 -e incluso los 60 años-, comienzan a encontrar obstáculos para mantenerse, reingresar al mercado laboral o cambiar de rumbo profesional.

Como sabemos, ninguna generación escapa a los prejuicios relacionados con la edad. A medida que esta aumenta, los estereotipos que más afectan son los que cuestionan la capacidad de adaptación, agilidad y competencia en nuevas tecnologías.

Una ausencia que favorece al desarrollo de sesgos e ideas erróneas relacionadas a que las personas de mayor edad:

• Son obsoletas.

• No tienen conocimientos digitales.

• No soportarían depender de un liderazgo más joven que ellos.

• Se resisten a los cambios.

• Aspiran a sueldos muy altos.

Estos prejuicios se incrementan aún más si las empresas no generan los datos necesarios para cuantificar el desempeño de sus equipos, que les permitan identificar las capacidades y el potencial del talento de mayor edad.

Características diferenciales de la generación Silver

Hoy, una persona de entre 50 y 65 años se encuentra en un momento perfecto para aportar experiencia acumulada, capacidad de adaptación, conocimiento y motivación por alcanzar nuevos desafíos.

Además, trae consigo una combinación de características que identifican a esta generación:

• Lealtad

• Estabilidad

• Compromiso

Si bien en muchas industrias las personas mayores de 50 años encuentran dificultades para mantener su empleabilidad o reinsertarse al mercado laboral, el sector tecnológico ofrece un campo de desarrollo con alta demanda de talento senior.

Otro aspecto distintivo es que quienes pertenecen a esta generación se destacan por su responsabilidad hacia el trabajo, experiencia, resiliencia, paciencia y dedicación. Todas ellas, características que aportan un gran valor al negocio.

En relación a las mujeres, los sesgos se profundizan

Las mujeres enfrentan barreras adicionales, que también se intensifican con la edad. Estas dificultades comienzan a incrementarse a partir de los 40 años, especialmente cuando intentan reintegrarse al mercado laboral después de la maternidad.

Aunque ha habido avances y una percepción más positiva sobre la maternidad, las mujeres siguen enfrentando obstáculos significativos, que se agravan aún más en casos de periodos de inactividad o al intentar cambiar de carrera.

Por ello es importante que las empresas evalúen cada caso en particular, comprendan los riesgos que implica tomar decisiones basadas en estereotipos y aprendan a descubrir las habilidades únicas de cada generación.

Tecnología: un sector de oportunidades para la generación Silver

En muchas áreas de la industria IT, el talento senior tiene una gran relevancia. Por ejemplo, cuando se trata de trabajar con tecnologías ampliamente utilizadas por las empresas, que ya no se enseñan en las universidades y en las cuáles no se han formado las últimas generaciones. Tal es el caso del lenguaje de programación COBOL o la gestión de mainframes.

Por otra parte, la capacidad de adaptación de las personas mayores de 50 años, que han tenido que recorrer la transición desde un mundo analógico a un contexto profundamente digital, es determinante en los procesos de reconversión para la incorporación de tecnologías emergentes.

Otro aspecto a tener en cuenta, en un entorno laboral en el que conviven varias generaciones, es que las personas de la generación Silver pueden actuar como mentoras de los equipos más jóvenes, al compartir sus aprendizajes, conocimientos y mejores prácticas, y ampliando la diversidad de perspectivas.

Además, por su larga trayectoria cuentan con herramientas adicionales, especialmente para enfrentar dificultades.

Es por ello que resulta crucial romper con los mitos y estereotipos asociados a la edad y centrarse en las habilidades y el valor que los profesionales +50 pueden aportar.

Fomentar un ambiente inclusivo y de respeto generacional es altamente beneficioso para la cultura organizacional y el éxito empresarial en general.

Un horizonte laboral en expansión

La edad productiva actual ha cambiado mucho con relación a otros tiempos. Hoy, las personas se jubilan y no dejan de trabajar, como sucedía en décadas anteriores.

Frente a este contexto, las empresas tenemos que empezar a cambiar la mentalidad como marca empleadora y "retrasar ese plazo de jubilación".

Hay personas de más de 70 años que siguen activas productivamente y tienen mucho para aportar. En consecuencia, desde las organizaciones debemos cambiar el mindset; porque es una realidad que no podemos ignorar. La vitalidad y los cambios en la capacidad laboral y de forma de vivir tienen que incidir en la mentalidad empresarial a la hora de generar empleo, y tiene que comenzar a ser más habitual contratar a personas que superen los 55, los 60 e incluso los 70 años.

El impacto en la productividad y competitividad de las compañías que tiene la Generación Silver ya está comprobado y se traduce en resultados.