La página oficial del Vaticano compartió este jueves una reflexión del Papa Francisco que invita a profundizar en la relación de fe con Jesús. En su mensaje, el Santo Padre destaca la importancia de la atracción divina, afirmando: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre”. Esta frase resalta el papel fundamental de Dios en el camino hacia la fe.
El Papa también subraya que “el que cree en mí, tiene la vida eterna”, lo que nos lleva a entender que la fe no es solo un acto de conocimiento, sino una relación personal con Jesús. Francisco enfatiza que no es suficiente con leer la Biblia o asistir a milagros para creer en Él.
El Pontífice reflexiona sobre la incredulidad de algunas personas que, a pesar de estar en contacto con Jesús, no le creyeron. Se pregunta: “¿No fueron atraídos por el Padre?” y señala que esto se debe a que “su corazón estaba cerrado a la acción del Espíritu de Dios”.
Finalmente, el Papa Francisco nos recuerda que somos nosotros quienes decidimos abrir o cerrar nuestro corazón a la fe. “Dios Padre siempre nos atrae hacia Jesús”, concluye, invitándonos a estar receptivos a su llamado.
La lectura del Evangelio para este jueves, 8 de mayo de 2025
El 8 de mayo de 2025, el Papa Francisco centró su reflexión en la lectura del Evangelio de Juan, donde se destaca la importancia del amor y la unidad entre los creyentes. En este pasaje, Jesús habla sobre la relación íntima que debe existir entre Él y sus seguidores, enfatizando que "como el Padre me ama, así también yo os he amado". Este mensaje resalta la necesidad de vivir en el amor divino y de compartirlo con los demás, lo que es fundamental para la comunidad cristiana.
Además, el Papa subrayó la llamada a la unidad entre los cristianos, recordando que "en esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos por los otros". Este versículo invita a los fieles a cultivar relaciones basadas en el amor y la comprensión, lo que es esencial para el testimonio de la fe en el mundo actual. La unidad no solo fortalece a la Iglesia, sino que también es un signo visible del amor de Cristo.
Finalmente, el Santo Padre instó a los creyentes a vivir este amor de manera activa, no solo en palabras, sino también en acciones concretas. "Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, como yo os he amado", enfatizó, recordando que el amor debe manifestarse en la vida diaria. La lectura del día invita a reflexionar sobre cómo cada uno puede ser un instrumento de paz y amor en su entorno, siguiendo el ejemplo de Cristo.