En Colombia existen destinos de turismo que mezclan historia, naturaleza y aventura pero que pocos conocen. Algunos pueden ser tan sorprendentes como la Ciudad Perdida de Falan, en el norte del Tolima.
Se trata de un antiguo complejo minero del siglo XVI, hoy inmerso en una reserva natural que atrae a viajeros en busca de paisajes exuberantes, senderos ecológicos y el pasado colonial. Este destino alternativo, a unas cuatro horas y media de Bogotá, se ha convertido en uno de los secretos mejor guardados del centro del país.
Esta joya es un destino ideal para el turismo alternativo. Su mezcla de naturaleza, historia y tranquilidad lo convierte en una opción cada vez más buscada por quienes desean conocer otras caras de Colombia.
No es Sierra Nevada: ¿Qué hace especial la Ciudad Perdida de Falan?
Aunque la Ciudad Perdida de la Sierra Nevada es famosa en todo el mundo, su par tolimense ofrece una experiencia diferente, menos masiva y con un entorno selvático igualmente impresionante. En Falan, los visitantes caminan entre vestigios coloniales, cruzan puentes artesanales y se sumergen en charcos naturales de agua cristalina, en medio de una biodiversidad rica y activa.
La reserva es un sitio ideal para el ecoturismo y la observación de fauna. El recorrido ecológico completo tiene una duración de tres horas e incluye un circuito con tirolesas de hasta 60 metros de altura.
Ciudad Perdida de Falan: historia, acceso y cultura local
La historia colonial aún se respira entre las piedras de esta antigua mina. Según la tradición oral, los caminos de esta Ciudad Perdida estarían conectados con la Casa de la Moneda de San Sebastián de Mariquita, situada a 20 kilómetros de distancia. Este detalle aumenta el interés por el legado minero y arquitectónico de la zona.
Para llegar, se debe tomar la vía entre Mariquita y Armero Guayabal, luego desviarse hacia San Felipe hasta llegar a Falan. Desde la iglesia principal, el acceso a la reserva se da por una ruta conocida como calle Morales. El municipio también celebra cada 26 de julio su fiesta patronal en honor a Santa Ana, evento que reúne expresiones religiosas, culturales y recreativas que refuerzan la identidad local.