

Colombia tiene cientos de kilómetros de costa sobre el Caribe, con playas que atraen a miles de turistas cada año. Sin embargo, lejos del bullicio de Cartagena y de la popularidad de Palomino, existe un rincón casi secreto donde el mar conserva su transparencia y la arena permanece libre de basura.
Se trata de Playa Balsillas, en Coveñas, Sucre, considerada por muchos como la playa más limpia del país y un verdadero tesoro escondido del Caribe colombiano.
¿Cuál es el paraíso virgen en la costa de Sucre?
Ubicada en una zona poco explorada por el turismo masivo, Playa Balsillas ofrece un ambiente tranquilo, aguas cristalinas y una limpieza que sorprende incluso a los viajeros más exigentes.
Su aislamiento relativo y el compromiso de las comunidades locales con la conservación han hecho de este lugar un ejemplo de playa sostenible en Colombia. Aquí no hay vendedores insistentes ni música a todo volumen: solo el sonido del mar, la brisa y la naturaleza.

¿Dónde queda Balsillas?
Balsillas está localizada en el municipio de Coveñas, en el departamento de Sucre, al norte del país. Aunque no es tan conocida como otras playas del Caribe colombiano, está a solo minutos del centro de Coveñas y es accesible por carretera.
Su ubicación privilegiada permite disfrutar del mar Caribe sin aglomeraciones, en un entorno limpio y sereno, ideal para descansar o practicar actividades como paddle board, kayak o simplemente nadar en aguas calmas.

¿Qué playas son mejores, Coveñas o Tolú?
Ambas tienen su encanto, pero si se busca tranquilidad, Coveñas suele ser la opción favorita. Mientras Tolú es más turístico y bullicioso, con calles llenas de comercio y movimiento, Coveñas -y especialmente Playa Balsillas- ofrece un ambiente más relajado, con playas más limpias y mejor conservadas.
Además, los hospedajes en Coveñas suelen estar más cerca de la playa y tienen acceso directo al mar, lo que atrae a quienes prefieren despertar con el sonido de las olas y caminar pocos pasos hasta la orilla.
¿Qué son las casas de Balsillas?
Uno de los elementos más llamativos de esta zona son las conocidas casas de Balsillas, pequeñas viviendas tradicionales que se ubican frente al mar y que en su mayoría pertenecen a familias locales. Muchas de estas casas están construidas en palafitos, elevadas sobre pilotes para resistir la marea.
Algunas se han adaptado como alojamientos turísticos sencillos, ofreciendo una experiencia auténtica y cercana a la cultura local, sin perder la esencia de la vida costeña.











