

El óxidoes uno de los adversarios más comunes de las superficies metálicas, ya sea en cubiertos, brazaletes, grifos del baño o cocina. En algún momento todos nos hemos cuestionado cómo quitar esa molesta capa oxidada sin acudir a productos caros.
Por suerte, existen métodos más efectivos y veloces para devolver esos artículos a su condición original. A continuación, le explicamos el paso a paso para remover el óxido de forma fácil y sin dificultades.
¿Por qué aparece el óxido en el hogar?
El óxido se produce cuando un metal entra en contacto con la humedad y el oxígeno, lo que desencadena una reacción química conocida llamada oxidación. Este fenómeno ocurre de la siguiente manera:
- Presencia de agua: la humedad o el agua facilitan que el oxígeno del ambiente se una al metal, generando la oxidación.
- Exposición prolongada a la humedad: objetos que permanecen constantemente en contacto con el agua, como llaves, herramientas o utensilios, son más susceptibles a oxidarse.
- Agentes contaminantes del aire: partículas de sal, comunes en regiones cercanas al mar, aceleran el desgaste oxidativo.
- Condiciones de conservación: la carencia de ventilación en espacios húmedos favorece a la formación de óxido.

¿Cuál es la mejor forma de quitar el óxido?
Existen varios métodos para eliminar el óxido de manera rápida, aunque lo más eficaz es emplear artículos industriales especialmente formulados para combatir la corrosión. Aquí te presentamos un procedimiento detallado.
1. Preparación del área y de los materiales
Reuní los materiales en un lugar ventilado y bien iluminado. Asegúrate de tener a mano:
- Un desoxidante (puede ser decapante químico común).
- Un cepillo de cerdas firmes (de metal o plástico).
- Guantes.
- Agua tibia con detergente neutro para el final del proceso.
2. Aplicación del desoxidante
Aplica el producto directamente sobre la superficie oxidada. No necesitas un mezcla casera; utiliza un desoxidante comercial o un removedor químico apropiado, según las instrucciones del fabricante.

3. Dejar actuar el producto
Deja que el desoxidante actúe el tiempo indicado por el fabricante. Generalmente, esto oscila entre 10 a 30 minutos, dependiendo del grado de oxidación. Esto permite que la sustancia penetre y afloje el óxido.
4. Frotar con un cepillo de cerdas duras
Después de dejar actuar el producto, frota la zona con un cepillo de cerdas firmes para remover el óxido desprendido. Haz movimientos circulares. La fricción ayuda a despegarlo sin dañar demasiado el metal.
5. Enjuagar con agua tibia y detergente suave
Lava el objeto con agua tibia y detergente neutro para eliminar tanto los residuos del óxido como del producto químico.
6. Secado completo
Es fundamental secar completamente la superficie para evitar que reaparezca el óxido. Observa que no quede humedad, especialmente en juntas o pequeñas hendiduras donde suele acumularse.
¿Por qué evitar el vinagre o el bicarbonato?
Aunque el vinagre y el bicarbonato son remedios caseros habituales para remover el óxido, su efectividad resulta reducida y, en ciertos casos, pueden perjudicar materiales sensibles.
Los productos industriales diseñados para la eliminación del óxido están formulados de manera específica para combatir la corrosión de manera más efectiva y segura.











