

En Cundinamarca, tierra conocida por sus paisajes verdes y clima templado, también hay rincones donde el frío se convierte en el protagonista. Muy cerca de Bogotá se ubica La Calera, un municipio rodeado de montañas y ecosistemas de páramo que sorprende por sus bajas temperaturas y su encanto natural.
Este destino es ideal para quienes disfrutan del aire puro, las caminatas en medio de la niebla y el sabor de una agua de panela caliente. Su cercanía a parques naturales como Chingaza y su altitud hacen de este lugar un espacio único para quienes buscan un plan diferente en las afueras de la capital.
¿Por qué La Calera es uno de los pueblos más fríos de Cundinamarca?
La Calera se encuentra entre los 2.600 y 3.000 metros sobre el nivel del mar, una altitud que le otorga un clima típico de páramo con temperaturas que pueden descender hasta los 6 °C o menos durante las noches y madrugadas. La influencia del Parque Nacional Natural Chingaza y otros ecosistemas cercanos genera aire húmedo, neblinas frecuentes y lluvias ligeras que refuerzan la sensación de frío.
El fenómeno térmico de La Calera no solo se debe a la altitud, sino también a la topografía, la vegetación nativa y la conservación de zonas de páramo, esenciales para la regulación climática de la sabana de Bogotá.

Diferencias del clima entre La Calera y Bogotá
Aunque Bogotá comparte un clima similar, la sensación térmica en La Calera suele ser más intensa. Su altitud superior en algunos puntos y la proximidad a áreas naturales protegidas provocan un frío tradicionalmente más marcado.
El páramo actúa como una "fábrica de frío": su vegetación absorbe poco calor durante el día y lo pierde rápidamente en las noches, lo que genera temperaturas nocturnas más bajas y un ambiente ideal para quienes buscan escapar del bullicio urbano.

Los meses más fríos para visitar La Calera
Los meses más fríos en La Calera coinciden con la temporada de invierno en la región, especialmente entre diciembre y febrero. Durante este periodo, las temperaturas mínimas pueden descender a 6 o 7 °C en las madrugadas, combinando la altitud, la humedad y la influencia de los ecosistemas de páramo.
Este clima convierte a La Calera en un destino perfecto para los amantes del turismo de naturaleza que buscan experiencias diferentes a solo unos minutos de Bogotá.











