

La mayoría de personas limpia su televisor de la misma forma que cualquier otro mueble de la casa. Sin embargo, esta práctica puede ser riesgosa. Un mal producto o un movimiento brusco son suficientes para generar rayas irreparables o comprometer los componentes internos.
Con la llegada de televisores más delgados y sensibles, la limpieza dejó de ser un detalle menor. Ya no basta con pasar un trapo al azar: es sustancial utilizar el insumo correcto para proteger tanto la superficie como las partes que no se ven. Y la buena noticia es que ese producto no es costoso ni difícil de conseguir.
El secreto detrás de una limpieza segura
El elemento ideal para mantener la pantalla impecable es el paño de microfibra suave. Este material, comúnmente usado en la limpieza de lentes y dispositivos electrónicos, elimina el polvo sin ejercer presión excesiva ni soltar pelusas que puedan quedarse adheridas.

A diferencia de otros trapos o servilletas de papel, la microfibra evita rayar el panel y, al no soltar fibras, impide que partículas microscópicas se filtren en las rendijas del televisor.
Usarlo en seco es suficiente para el polvo diario, y en casos de manchas persistentes basta con humedecer ligeramente el paño con agua destilada.
Los errores más comunes que debes evitar
Muchas personas recurren al alcohol, limpiavidrios o incluso aerosoles multiuso. Estos productos pueden deteriorarel recubrimiento de la pantalla y generar manchas permanentes. El mito de que "todo líquido sirve" es peligroso y costoso.
Otro error habitual es aplicar el líquido directamente sobre el televisor. Esto aumenta el riesgo de filtración hacia los circuitos internos, lo que compromete seriamente el funcionamiento del dispositivo. La recomendación es sencilla: si vas a usar agua destilada, siempre humedece primero el paño de microfibra, nunca la pantalla.
Cómo lograr un resultado profesional en casa
Para limpiar de forma correcta, basta con movimientos suaves y circulares. Presionar con fuerza no mejora el resultado, al contrario: puede dañar el panel. Una pasada constante y ligera es más que suficiente.

Lo ideal es incorporar esta práctica a la rutina del hogar, evitando que se acumule una capa gruesa de polvo que después resulte difícil de retirar. Al tratar tu televisor con la misma delicadeza que a un celular o una cámara, estarás alargando su vida útil sin gastar de más.
Con este hábito simple y el uso de un paño de microfibra suave, tu pantalla seguirá luciendo nítida y sin rayas por mucho más tiempo.









