El impuesto a los movimientos financieros, conocido popularmente como 4x1.000, ha sido una fuente significativa de ingresos para el Estado colombiano desde su implementación en 1998.
Originalmente concebido como una medida temporal para enfrentar una crisis financiera, el gravamen se ha mantenido vigente durante más de dos décadas, generando debates sobre su impacto en la economía y la inclusión financiera.
Recientemente, la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate un proyecto de ley que busca desmontar este impuesto de manera gradual a partir de 2027, con el objetivo de eliminarlo por completo en 2035.
La iniciativa, respaldada por congresistas de diferentes partidos, plantea una reducción progresiva de la tarifa, argumentando que esta medida aliviaría la carga financiera sobre ciudadanos y empresas, fomentaría la formalización económica y promovería la inclusión financiera.
¿Cómo será la reducción del 4x1.000?
El proyecto de ley establece un cronograma detallado para la disminución anual del impuesto:
2027: 3,75 x 1.000
2028: 3,5 x 1.000
2029: 3 x 1.000
2030: 2,5 x 1.000
2031: 2 x 1.000
2032: 1,5 x 1.000
2033: 1 x 1.000
2034: 0,5 x 1.000
2035 en adelante: 0
Este plan de desmonte gradual busca mitigar el impacto fiscal que podría generar una eliminación abrupta del impuesto, permitiendo al Estado adaptarse a la reducción de ingresos y explorar fuentes alternativas de financiación.
Argumentos a favor del desmonte del impuesto
Los promotores del proyecto destacan varios beneficios asociados a la eliminación progresiva del 4x1.000.
Según el representante Christian Garcés, coautor de la iniciativa, "se trata de una propuesta responsable para impulsar la reactivación económica, aliviar la carga de emprendedores y empresas, y fomentar la inclusión financiera sin afectar las finanzas públicas".
Además, se argumenta que el impuesto desincentiva el uso de servicios bancarios formales, promoviendo el uso de efectivo y métodos informales, lo que afecta negativamente la transparencia y eficiencia del sistema financiero. La eliminación del gravamen podría incentivar la bancarización y formalización de la economía, especialmente entre los sectores más vulnerables.
Críticas y preocupaciones fiscales
A pesar del respaldo multipartidista, el proyecto ha enfrentado críticas, particularmente en relación con su impacto fiscal.
El Ministerio de Hacienda ha expresado reservas sobre la viabilidad de la iniciativa, advirtiendo que la eliminación del impuesto podría generar un "impacto significativamente negativo sobre la sostenibilidad fiscal" del país.
Lisandro Junco, exdirector de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), también ha manifestado preocupaciones al respecto, señalando que "al no tener viabilidad fiscal, pues no prospera. Esto es un tema meramente técnico, pero también tiene un tema de números. ¿De dónde va a sacar Colombia $13 billones? Esto es lo que se recauda de impuestos por 4x1.000".
Estas observaciones resaltan la necesidad de identificar fuentes de ingresos alternativas que compensen la pérdida fiscal derivada de la eliminación del 4x1.000, para garantizar la estabilidad económica del país.
Los próximos pasos legislativos
Tras la aprobación en primer debate, el proyecto de ley deberá ser discutido en la plenaria de la Cámara de Representantes y posteriormente en el Senado. El proceso legislativo contempla varios debates y posibles modificaciones antes de su eventual sanción presidencial.
El representante Garcés ha señalado que "tenemos un año y medio para sacarlo adelante y es importante decir que la DIAN y el Ministerio de Hacienda de este gobierno dieron concepto negativo por el impacto en las finanzas. Por eso lo modificamos aún más para que fuera más paulatina la disminución y esperamos que el Gobierno Nacional dé concepto también favorable para lograr así que sea más fácil la aprobación".