

La incapacidad retroactiva es una figura que existe en la legislación colombiana desde hace décadas, pero que pocas veces se explica con detalle. Se trata de un certificado que puede expedir un médico después de ocurrido un evento de salud, y cuya validez se extiende a días previos a la emisión. En 2025, esta opción sigue siendo posible, aunque con restricciones precisas.
Según la Resolución 2266 de 1998, artículo 12, la retroactividad en casos ambulatorios no puede superar los tres días calendario. Esto significa que si un paciente no pudo acudir de inmediato al médico, el profesional podrá certificar la incapacidad hasta ese límite, siempre que quede constancia en la historia clínica.
Los casos excepcionales donde la norma permite retroactividad de hasta 30 días
La normativa prevé también escenarios más complejos. En casos de trastornos de salud mental, intoxicaciones por alcohol o sustancias psicoactivas, así como accidentes laborales con politraumatismos severos, la incapacidad retroactiva puede extenderse hasta 30 días calendario. Sin embargo, esta solo puede ser emitida por un médico especialista y debe estar sustentada con evidencia clínica.

Quiénes pueden solicitarla y qué requisitos deben cumplir
El derecho a pedir incapacidad retroactiva corresponde a los trabajadores formales que se vean afectados por situaciones contempladas en la norma. El documento debe ser presentado a la EPS o al empleador, siempre acompañado de la certificación médica correspondiente. En todos los casos, la claridad en la historia clínica es fundamental para validar el procedimiento.
Los límites legales que establece la Resolución 2266 de 1998
Para que el trámite sea válido, la incapacidad debe cumplir con tres condiciones básicas:
Estar emitida por un médico autorizado.
Ajustarse a los plazos máximos establecidos.
Tener respaldo en la historia clínica con detalles verificables.
La incapacidad retroactiva no es un recurso de uso general, sino una medida excepcional pensada para circunstancias muy concretas. En ese sentido, funciona como un respaldo legal y médico para proteger tanto a los trabajadores como a las empresas.

Un recurso poco conocido que puede proteger a los trabajadores
Aunque lleva más de 25 años vigente, este mecanismo sigue siendo poco difundido entre empleados y empleadores. Sin embargo, puede convertirse en un alivio en momentos críticos: desde un accidente hasta un episodio de desorientación mental. En un contexto laboral cada vez más regulado, conocer estas herramientas resulta clave para ejercer los derechos en salud y trabajo.











