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Un hallazgo en una de las obras más emblemáticas del Renacimiento sigue sacudiendo el mundo del arte y causando sorpresa en sectores eclesiásticos.

Investigadores independientes aseguran haber identificado un mensaje cifrado en La Última Cena de Leonardo da Vinci, lo que podría transformar por completo la lectura tradicional del mural y su simbolismo religioso.

¿Cuál es el código secreto en La Última Cena de Da Vinci?

Durante siglos, la pintura fue interpretada como una representación visual del momento en que Jesús anuncia su traición. Sin embargo, un análisis con tecnología de trazado vectorial reveló que Leonardo escondió un mensaje estructural basado en patrones matemáticos y principios de geometría sagrada.

Cada personaje y objeto fue dispuesto con una precisión milimétrica que sugiere la presencia de una narrativa alternativa. Según LeonardoDaVinci.net, el hallazgo se centra en un patrón de líneas de fuga que no dirigen la mirada hacia Cristo.

Leonardo da Vinci no solo pintó una escena religiosa, sino que construyó un rompecabezas visual para generaciones futuras, capaz de poner en jaque la historia oficial con cada nueva interpretación.

¿Cuál es el eje que lleva al verdadero significado oculto?

Los especialistas explican que todas las líneas de perspectiva convergen exactamente en la sien derecha de Jesús, un detalle que tradicionalmente fue visto como un logro técnico del artista, pero que ahora adquiere un nuevo matiz.

La ubicación no sería casual: alude, según cronicasdemilan.com, al "tercer ojo" o punto de iluminación espiritual en muchas culturas antiguas. Este detalle reaviva debates sobre la obsesión de Leonardo con ocultar mensajes en sus obras usando símbolos universales, proporciones áureas y claves matemáticas.

¿Qué dice la ciencia del arte sobre los códigos en las obras de Leonardo?

Expertos en análisis digital y escaneos 3D de obras renacentistas apoyaron la autenticidad del patrón encontrado. Las líneas estructurales de la composición, en conjunto con la disposición geométrica de cada figura, confirman que La Última Cena contiene niveles de información intencionalmente superpuestos.

Esto refuerza la idea de que el mural fue concebido no solo como una obra religiosa, sino como un mensaje multidimensional destinado a ser comprendido siglos después, una especie de legado críptico de Da Vinci para las mentes del futuro.