Un posible conflicto nuclear entre Israel e Irán ha despertado gran preocupación a nivel mundial por sus consecuencias devastadoras. América Latina, protegida en parte por el Tratado de Tlatelolco, que declara a la región como zona libre de armas nucleares, aparece como una de las áreas menos vulnerables a un ataque directo debido a su lejanía geográfica y a la ausencia de arsenales nucleares en su territorio.
Sin embargo, el fenómeno del invierno nuclear, causado por el humo y polvo que se elevarían tras detonaciones nucleares masivas, podría afectar a todo el planeta.
Esto provocaría una reducción significativa de la luz solar, descenso de temperaturas y graves impactos en la producción agrícola global, con posibles crisis alimentarias incluso en regiones alejadas del conflicto.
Los 7 países de América Latina menos afectados por un conflicto nuclear Israel-Irán
Newsweek identificó a países del hemisferio sur como los mejor posicionados para sobrevivir a un conflicto nuclear global, debido principalmente a su lejanía geográfica. Estos países son:
- Argentina
- Chile
- Uruguay
- Paraguay
- Bolivia
- Perú
- Ecuador
Estos territorios están lejos del Medio Oriente, lo que reduce significativamente el riesgo de ser objetivos directos en un conflicto nuclear entre Israel e Irán. En este sentido, según un estudio de Rutgers University publicado en Nature Food, Sudamérica estaría entre las regiones con mayores probabilidades de resistir las consecuencias colaterales de una guerra nuclear, como el invierno nuclear o la hambruna.
Impacto global: el invierno nuclear y sus consecuencias en América Latina
Aunque estos países quedarían fuera del alcance inmediato de los misiles nucleares, el fenómeno conocido como invierno nuclear podría afectar a todo el planeta. Este fenómeno se refiere a la acumulación de humo y polvo en la atmósfera tras las explosiones nucleares masivas, lo que reduciría la luz solar y provocaría un descenso global en las temperaturas.
Este cambio climático abrupto tendría impactos negativos en la agricultura mundial y podría generar crisis alimentarias, incluso en países geográficamente alejados del conflicto. Sin embargo, la fuerte capacidad agrícola de los países mencionados, como Argentina y Chile, podría permitirles una mejor adaptación frente a estas dificultades.