El activista conservador y fundador de la organización Turning Point, Charlie Kirk, fue asesinado este miércoles luego de recibir un disparo mientras llevaba adelante un discurso. Fue en ese contexto que rápidamente se viralizaron en redes sus últimas palabras antes de morir.
Al momento de su muerte, Kirk respondió una pregunta sobre la violencia y las armas en Estados Unidos. Fue en ese mismo instante que su voz se cortó abruptamente debido al ataque. Según los informes detallados, su última frase fue una réplica directa a un comentario de un espectador: "¿Incluyendo o no la violencia de pandillas?".
Luego de reproducir esas palabras, Kirk recibe un disparo en el cuello. La bala, indicaron las fuerzas de seguridad, provenía de un rifle de cerrojo localizado en el techo del edificio Losee Center. Se estima que estaba ubicado a unas 200 yardas del escenario en el que se encontraba el dirigente conservador.
Los detalles de la muerte de Charlie Kirk
Tras recibir los disparos, Kirk fue trasladado automáticamente al hospital regional Timpanogos. Minutos más tarde fue declarado fallecido por las autoridades médicas con tan sólo 31 años. La investigación judicial y policial, mientras tanto, continúa en curso al mismo tiempo que las autoridades siguen buscando al responsable del ataque.
Tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, figuras políticas se posicionaron y reaccionaron al respecto del asesinato. El presidente Donald Trump, incluso, publicó un video en el que lamenta el fallecimiento del activista y envía sus condolencias a toda su familia.
Quién era Charlie Kirk
Charlie Kirk fue un activista conservador estadounidense nacido en Illinois en 1993. Fundó Turning Point USA a los 18 años, una organización enfocada en promover el libre mercado y el gobierno limitado entre estudiantes. También dirigió Turning Point Action y condujo The Charlie Kirk Show, un podcast con gran alcance.
Se convirtió en una de las voces jóvenes más influyentes del movimiento pro-Trump. Sus posiciones contra el aborto, el control de armas y el activismo climático generaron apoyos y fuertes críticas. A través de redes sociales y conferencias en universidades, consolidó un rol central en la política conservadora hasta su asesinato en 2025.