El derecho de sangre permite a miles de latinoamericanos obtener la ciudadanía italiana si demuestran vínculos familiares directos con antepasados del país europeo.
Cada vez más personas en América Latina están descubriendo una oportunidad única para obtener la ciudadanía italiana gracias al principio legal conocido como jus sanguinis o "derecho de sangre".
Este mecanismo reconoce el derecho de descendientes de ciudadanos italianos a solicitar la nacionalidad, siempre que puedan demostrar el vínculo genealógico con un antepasado italiano.
Ciudadanía italiana por apellido: ¿Quiénes califican?
El Gobierno de Italia ha venido facilitando este trámite para ciudadanos de países latinoamericanos, donde existe una amplia diáspora italiana.
Esta medida no solo permite acceder a la nacionalidad, sino también al pasaporte italiano y, con ello, a los beneficios de vivir, trabajar, estudiar y circular libremente en los países de la Unión Europea.
Entre los criterios principales para aplicar, se encuentra el tener un parentesco directo con un ciudadano italiano. En ese sentido, contar con apellidos tradicionales del país -especialmente del norte y sur de Italia- puede agilizar el proceso de revisión.
Algunos apellidos reconocidos por el Ministerio degli Affari Esteri e della Cooperazione Internazionale (MAECI) incluyen: Abate, Labate, Abatantuono, Abaticola, Achilla, Achille, Achilleo, Achillini, Anes, Anesin, Anesini, Annes, Annesi, Bianchini, Bianchetti, Biancone, Lo Bianc, Bottari, Bottarelli, Bottarini, Bottaro, Chiletti, Chiloni, Chilesotti. Della Giovanna, Da Rossa, Espósito, Degli Sposti, Fiore, Flores, Giani, Giovannetti, Larossa, Nalesso, Natale, Risso, Ricci, Sorace, Suraci, Soracca, Soracchi, Soracco, Vani, Vannicelli, Vanno, Vanetto, Zanella, Zanoli, Zannier.
Sin embargo, tener uno de estos apellidos no garantiza la aprobación automática de la ciudadanía. Es indispensable cumplir con otros requisitos y presentar documentación que certifique el parentesco.
Requisitos y condiciones importantes
Vía paterna: no hay límite de generaciones.
Vía materna: el solicitante debe haber nacido después del 1 de enero de 1948, fecha clave establecida por la legislación italiana.
¿Cómo solicitar la ciudadanía italiana desde América Latina?
Ingresar al sitio web del consulado italiano correspondiente a tu país.
Completar el formulario con datos personales.
Confirmar el proceso a través del correo electrónico recibido.
Solicitar turno para presentar la documentación requerida.
Acudir con pruebas que certifiquen el vínculo familiar (actas de nacimiento, matrimonio, etc.).
Solicitar la ciudadanía italiana por descendencia no solo abre la puerta a nuevas oportunidades en Europa, sino que también representa una forma de reconectar con las raíces familiares y culturales. Si tienes un apellido italiano y antecedentes genealógicos claros, es momento de considerar este camino.