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En 2025, la industria de la belleza apuesta por una técnica que combina estética y practicidad: las raíces fantasmas.

Esta propuesta, también conocida como ghost roots, se instala como una de las más elegidas en salones de peluquería por su capacidad de disimular el crecimiento del cabello sin perder estilo.

A diferencia de métodos como el balayage, que buscan contrastes marcados, las raíces fantasmas logran una transición suave entre el color aplicado y la raíz natural. El resultado es un look más armónico, que no exige visitas frecuentes al salón ni retoques constantes.

¿Qué son las raíces fantasmas?

La técnica consiste en aplicar un tono ligeramente más claro o diferente cerca de la raíz, difuminándolo hacia los medios y puntas. Esto evita que se formen líneas duras cuando el cabello crece, y permite que el color se mantenga elegante durante más tiempo.

El efecto visual es el de un color que se "desvanece" con naturalidad, como si estuviera suspendido. Por eso, muchas personas que buscan un estilo moderno, pero sin comprometerse con mantenimientos exigentes, eligen esta opción.

¿En qué tonos funciona mejor?

Las raíces fantasmas se adaptan a varios colores de base, pero destacan especialmente en cabellos rubios y castaños claros. En estos tonos, el difuminado logra un acabado luminoso y natural. También funciona en cortes largos y cortos, lo que la convierte en una técnica versátil.

Quienes tienen bases más oscuras pueden aplicar esta técnica con tonos cálidos o fríos, según el efecto deseado. Lo importante es que el color se funda con la raíz sin generar cortes visuales.

¿Cómo se mantiene el color?

Aunque es una técnica de bajo mantenimiento, requiere ciertos cuidados para que el color dure y se vea parejo:

  • Usar productos específicos para cabello teñido.
  • Evitar lavados excesivos.
  • Aplicar tratamientos hidratantes para conservar el brillo.
  • Programar retoques cada tres o cuatro meses, según el crecimiento.

Además, se recomienda evitar el uso de herramientas térmicas sin protección, ya que el calor puede alterar el tono y la textura del cabello.

¿Por qué elegir esta técnica?

Las raíces fantasmas responden a una demanda creciente: lucir un color trabajado sin depender de retoques mensuales. En un contexto donde el tiempo es un recurso valioso, esta técnica ofrece una solución estética que se adapta a la rutina diaria.

Además, permite experimentar con tonos fantasía o clásicos sin comprometer la naturalidad del look. Es ideal para quienes quieren un cambio sutil, elegante y duradero.