Cuando ingresas a su casa, sus amigos te reciben, su mamá te charla, su círculo cercano lo protege. Las ruedas de prensa pueden ser agotadoras, pero él escucha a todos con la misma energía. Se ríe, hace chistes, se adapta a los juegos que le proponen y pone sobre la mesa su nuevo EP: "Tarot: del cielo al infierno". Khea es un referente del género urbano y a lo largo de los años ha mutado de conceptos, de musicalidades, de estados. Sin embargo, sigue siendo fiel a él mismo y a lo que su deseo de componer le dicta.
"Estoy a punto de tomar una decisión que va a cambiar una parte de mi vida", revela, al repensar la carta de Tarot que le salió en una tirada (El loco). Habla de soltar, habla de nuevos comienzos. Hoy asegura estar en un "equilibrio" entre ese cielo y ese infierno, y confiesa que se dejó llevar por este nuevo proyecto musical sin compararlo con sus antecesores. "Siento que el ser humano siempre se está contradiciendo", sostuvo, en diálogo con El Cronista.
Khea, del cielo al infierno
Al nuevo EP lo componen siete canciones que varían de matices, pero mantienen una relación más sexual, romántica y pesada. Vuelve a sus orígenes con un trap directo y sin vueltas. "Fue como conectar con las raíces", asegura, quien fue uno de los fundadores de este género que abrió paso a un centenar de músicos y artistas que esperaban encontrar un espacio para decir.
"Me pasó que cuando yo hice Serotonina, por ejemplo, busqué mucha sabiduría, mucha profundidad, mucha introspección. También estaba en un momento donde necesitaba que yo esté así, era clave que lo esté, que busque ciertas cosas para mi ser personal", explica, en relación a las diferencias entre ambos proyectos.
Sin embargo, Khea sostiene que todas esas herramientas nuevas que aprendió durante aquel proceso ya se volvieron carne.
"Una vez que tomé conciencia, lo que elaboré este último tiempo fue la contradicción. Es como abrazar la contradicción y decir ‘si hice esto antes, porque si yo ahora deseo hacer otra cosa, no lo puedo hacer'. Un reto para mí como artista fue decir ‘y bueno, ¿qué me importa'", reconoce, sobre el último lanzamiento, que contiene canciones como "Almas gemelas", "Oreo de Fresa", "Del cielo al infierno" y "Dices", el bonus track del EP que, contradictoriamente también, fue el primer tema en conocerse y el último en cerrar el track list.
El orden de los temas mantiene esta lógica de ir del cielo al infierno, o a "la tristeza", como bien supo definir a aquella última canción durante la entrevista. Él es un músico que atravesó diferentes facetas a lo largo de su vida y logró salir de momentos oscuros. "Yo creo que la motivación siempre es la gente que tenés alrededor", sostiene en exclusiva con El Cronista.
"Para mí es como pensar ‘tengo que estar bien por mí y también porque yo me propuse apoyar a toda la gente que tengo alrededor mío'. Siento que esa es mi base de vida y fue lo que me ayudó a recuperarme. Pensar tengo que volver de alguna forma, no solo por mí, sino por toda la gente que tengo alrededor", remarcó desde la sala de su casa, y rodeado de gran parte de esas personas que considera sostén.
Khea, la ambición e inspiración en su música
Khea inició su carrera con "Loca", uno de los sencillos más icónicos del trap argentino y que lo catapultó a un camino de reconocimiento veloz e intenso. En la actualidad, tiene más de 12 millones de reproducciones mensuales en Spotify y es uno de los claros referentes del género, junto con Duki, Cazzu, Ysa, entre otros.
¿Cómo lidiar con eso? "Cuando soltás el miedo al fracaso, creo que la ambición está buena, porque también está buena generar un hambre de victoria y de gloria por uno mismo", reconoce, sobre aquella búsqueda de crecer. "Competir con uno mismo, ver para atrás y decir ‘ah, mirá dónde estaba y mirá donde estoy ahora'. Creo que esa es la regla que yo elijo para lidiar con la ambición y con todos estos miedos", agregó.
Asimismo, cuenta que le pasó de perder la ambición cuando el sueño se vuelve limitado o ya logró cumplir todo aquello que anhelaba: "Cuando llegas a este punto es donde la ambición tiene que estar en el crecimiento personal. Creciendo personalmente y evolucionando vos, llegas a concretar todos los otros sueños y matices de tu vida. Una vez que lograste el sueño raíz, el génesis, lo que queda es solamente crecimiento personal".
El lanzamiento de su nuevo EP fue parte de un proceso y también de una antesala a lo que se viene creativamente. Cada canción posee un diseño de una carta de tarot reversionada y cuenta con las colaboraciones de Lucho SSJ, Salastkbron, Amilghty y El High. Según explicó, la idea del Tarot surgió "de la nada", como la gran mayoría de las cosas que sucedieron en su carrera.
"A la inspiración le tengo mucho respeto y la espero. No trató de forzarlo. Esta bueno frenar, escucharse a uno mismo y ver para dónde uno quiere ir", concluyó el artista de 25 años, desde la sala de su hogar.
