La pizza es una de las comidas favoritas de los porteños. Por esto no sorprende que Buenos Aires sea una de las ciudades del mundo con mayor cantidad de pizzerías por habitante.
La Ciudad cuenta con una larga tradición pizzera, con pizzerías clásicas que datan de 1927 como la histórica Pin Pun, fundada por inmigrantes italianos, los mismos que en 1932 abrieron Güerrin.
Pero no solo el estilo porteño -con su masa alta, salsa de tomate y una buena dosis de queso muzzarella- manda en las pizzerías de Buenos Aires. En los últimos años se han multiplicado los lugares que ofrecen pizzas al estilo napolitano y neoyorquino, entre otras variantes.
Con masas y sabores para todos los gustos, desde la versión porteña, al molde y esponjosa, hasta el estilo napolitano, más finita y con bordes aireados, la pizza sigue agrandando el mapa gastronómico de Buenos Aires.
Kalis, Garito Loyola, Culpina y Concepción son algunas de las nuevas pizzerías de la Ciudad, ideales para conocer.
Kalis Pizza
Kalis Pizza revolucionó al barrio de Núñez con su apertura a principios de 2025. Con largas filas y más de 700 porciones vendidas por noche, se convirtió rápidamente en 'la' pizzería para ir conocer en Buenos Aires.
Su creador es Franco Kalifon quien, junto a su socio, es dueño también de Kalis Pan, empresa que le provee los panes a algunas de las mejores hamburguerías de la Ciudad, como Kiddo, Arredondo y The Food Truck Store.
Fanático de la pizza, después de varios años trabajando y estudiando en pizzerías de Estados Unidos e Italia, decidió hace un año volcar todo lo aprendido en este nuevo proyecto.
Kalis no es una pizzería tradicional, sino que se presenta como un 'fast good' de pizza: "Es un concepto rápido, todo de parado, vendemos sólo pizza por porción y tenemos 3 sabores", define Kalifon.
El gran diferencial es su materia prima, ya que usan productos de la más alta calidad. Algunos son traídos de Italia, como el tomate, y otros desarrollados especialmente acá con productores locales, como el pepperoni, desarrollado por Corte Charcutería, y la muzzarella.
El resultado es una pizza finita, bien crocante y jugosa. En el menú hay 4 variedades: la Rojita, con pomodoro, parmesano, aceita de oliva y albahaca; la Cheese, con pomodoro, muzzarella, albahaca y parmesano; la Pepperoni, con pomodoro, muzzarella, pepperoni, parmesano y hot honey; y la Kalis, con pomodoro, pesto, burrata, parmesano, zest limón y hot honey.
Dirección: O'Higgins 3578, Núñez. Abre de miércoles a domingo de 19 a 00 horas o hasta agotar stock. Sin reserva previa y con opción de take away en el local.
Culpina Pizza
Pablo Fridman y Eduardo Álvarez abrieron hace poco más de un año la pizzería Culpina, en Chacarita, para ofrecer una versión mejorada de la tradicional pizza a la piedra.
Con una estética relajada que rememora a las típicas pizzerías porteñas, el pequeño local con horno a la vista brinda variedades clásicas en un formato de ocho porciones que se destacan por su ligereza, crocancia y sabor.
"Buscamos ser una pizzería de barrio, pero con el mejor producto que podamos hacer. Y para eso necesitamos una propuesta que se explique sola, que sea reconocible y confortable para un público amplio, trabajar con productos conocidos y referencias que sean comunes al imaginario general de la pizzería porteña", cuenta Juan Lago Millán, socio y pizzero de Culpina.
Las pizzas están hechas al gusto argentino, con la idea de ofrecer un producto simple, rico y accesible. Salen con una base crocante, una miga tierna, bordes aireados y una generosa cantidad de queso. Utilizan harinas de calidad, una fermentación de 48 horas en frío y un especial manejo de los tiempos en un gran horno a leña confeccionado en San Juan.
Hay ocho opciones tradicionales más alguna pizza del día protagonizada por los productos de la temporada. Se venden enteras para llevar o comer con servicio de mesa (hay barra adentro y un deck en la vereda) y siempre sacan variedades por porción.
La carta de ADN porteño incluye también porciones de fainá, empanadas caseras con rellenos abundantes y jugosos y un flan bien sedoso servido en forma de pizza con dulce de leche y crema.
Dirección: Av. Jorge Newbery 3791, Chacarita. Abre de miércoles a domingo de 19 a 0.30 horas.
Garito Loyola
Garito Loyola abrió en agosto de 2024 en la esquina de Darwin y Loyola. Donde antes había un taller de autos ahora hay una pizzería moderna que ofrece pizza a la piedra y vermú en un local con mucha onda.
"Veníamos buscando hace tiempo lugar en la zona porque nos gustaba y encontramos un local gigante que era un taller mecánico con más de 30 años. Fue un desafío gigante porque estaba muy deteriorado y tuvimos que adaptarlo con arquitectos y diseñadores industriales para armar un lugar más joven, ideal para juntadas", cuenta Juan Angrisano, uno de los dueños.
El lugar ofrece pizzas porteñas, hechas a la piedra con una base crocante, en sabores y combinaciones clásicas como napolitana y jamón y morrones. Hay opciones veganas y sin TACC y, además, papas fritas, fainá, focaccias ensaladas y vitel toné.
Para complementar la propuesta de bar, de la barra salen gin tonics, vermús y cervezas de litro para fomentar la idea de juntadas grandes. También limonadas, gaseosas y agua de jamaica.
Dirección: Loyola 1184, Villa Crespo. Abierto de miércoles a lunes desde las 18 horas. Sábado y domingo desde las 12 horas. También hay take away.
Concepción Pizza y Vinito
A pasos de la estación Carranza del Tren Mitre y de la Línea D de subte, Concepción es una nueva pizzería con una propuesta diferente: pizzas estilo napolitano, vinilos y una cuidada selección de vinos jóvenes en una atmósfera muy distendida.
El proyecto, que nació de la sociedad entre Julián Martínez, Alejandro Giraldo y Jerónimo Tapuerca, quienes se conocieron trabajando juntos en distintos espacios gastronómicos, cumple y festeja su primer año en agosto.
La cocina está liderada por Julián Vieytes, quien diseña una carta con productos locales y de estación, y masas fermentadas durante 48 horas con un 20% de harina orgánica.
Las pizzas salen al estilo napolitano, con sabores como la clásica margarita, la Diávola con longaniza picante, la fugazzeta de la casa o propuestas más creativas como apio, nuez y roquefort o cebolla al vino tinto y queso brie.
En tanto, la curaduría de vinos corre por cuenta de la sommelier Traianna Rosas, quien armó una selección que celebra etiquetas jóvenes, orgánicas, naranjos y rosados, perfectos para acompañar tanto los platitos como las pizzas.
Además, por las noches suele haber música en vivo con vinilos. En su cuenta de Instagram se puede ver toda la agenda de eventos del mes.
