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El calor ya llegó y las ganas de hacer una escapada para descansar algunos días se hace presente. Tomar el auto y recorrer es una opción más que válida para desconectarse un fin de semana, antes de que llegue la hora de las verdaderas vacaciones. Estos son algunos destinos a menos de 500 km de Buenos Aires que prometen paz y tranquilidad.

Colón, Entre Ríos

El parque nacional El Palmar bien vale una visita. Pero Colón es mucho más que palmeras. Termas, pesca y playa sobre el río Uruguay son solo algunas de las opciones que ofrece esta ciudad que está a solo 330 klómetros de la ciudad de Buenos Aires.

Los imperdibles: Bodega Vulliez Sermet, Molino Forclaz y la isla Caridad.

Sierra de la Ventana

Justo a 500 kilómetros de la ciudad, Sierra de la Ventana forma parte de la única cadena montañosa que atraviesa la Pampa, las formaciones de tandilia y ventania. Destino apto para amantes de la vida al aire libre, el lugar se presta para hacer trecking o bicicleta. También hay excursiones a caballo por las sierras y un poco de historia en el antiguo Club Hotel Sierra de la Ventana.

Los imperdibles: cabalgata por las sierras, ascenso al cerro del Amor, visita al fortín Pavón.

Suipacha

Sobre la ruta nacional 5, Suipacha es uno de los centros lecheros del país. La ciudad tiene una importante cantidad de usinas queseras, que permiten realizar un tour gastronómico más que interesante. Relax y vida de campo son, además, la combinación ideal para pasar un fin de semana libre de preocupaciones.

Imperdibles: la ruta del queso

Sierra de los Padres

A pocos kilómetros de Mar del Plata, Sierra de los Padres es otro de los destinos de montaña bonaerenses. Laguna, grutas y campo son una combinación ideal para un fin de semana de calma. Cabalgatas, senderismo y pesca son solo algunas de las actividades.

Imperdibles: la gruta de los pañuelos, la laguna de los Padres, reducción jesuítica del Pilar.

Colonia del Sacramento

Uruguay abre las fronteras para turistas vacunados contra el Covid y Colonia vuelve a ser un destino posible. Playas sobre el Río de la Plata, el encanto de su centro histórico y la tranquilidad de una ciudad que vive a su propio ritmo. Para ir hay dos opciones: en ferry desde Buenos Aires o en auto, en un viaje en auto de poco menos de 500 kilómetros.

Imperdibles: la ciudad vieja, el Real de San Carlos, un chivito en La Pasiva.

La ruta de Salamone

En los años 30 del siglo pasado el arquitecto ítalo argentino Francisco Salamone recibió el encargo de hacer varias obras civiles en la provincia de Buenos Aires. Placios municipales, cementerios y mataderos fueron el eje de una obra de escala monumental erigida en medio de la llanura pampeana, como símbolo del avance de la civilización sobre la barbarie.

Imperdibles: palacio municipal de Guaminí, cementerio de Azul, matadero de Coronel Pringles