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Un terremoto, el fin del auge minero o un gran problema climático han convertido a algunos lugares en museos vivientes producto de su abandono. Por todo el mundo encontramos lugares fantasmagóricos, rodeados de leyendas y de historias poco creíbles.

Sin embargo, es en América Latina donde abundan algunos de los más hermosos, perdidos entre selvas, al abrigo del océano, en montañas de difícil acceso... los hay para todos los gustos.

Abandonados, en medio de la nada, formando paisajes muy poco acogedores, así son los pueblos fantasmas de Sudamérica que tuvieron un pasado esplendoroso:

1. Villa Epecuén, Argentina

Situada en las afueras de la ciudad de Carhué, fue fundada en 1921 a las orillas del lago del mismo nombre. Llegó a tener 1.500 habitantes y durante el verano era visitada por 25 mil turistas.

Sin embargo, en 1985 una gran inundación por lluvias torrenciales dejó a la ciudad bajo el agua, obligando a sus moradores a una evacuación total. En los últimos años, y debido a una sequía, este pueblo fantasma ha comenzado a atraer a aventureros hacia las ruinas de este apocalíptico lugar.

2. Humberstone, Chile

Este pueblo fantasma ubicado en la región de Tarapacá, en el norte de Chile, tuvo su época dorada a fines del siglo XIX y principios del XX.

Ahí vivieron cerca de 3.500 personas, pero cuando se acabó el auge del mineral, la mina cerró sus puertas en 1960, obligando a los habitantes a abandonar el lugar.

Humbersonte fue declarado Patrimonio de la Humanidad y hoy es una parada obligada para los turistas que llegan al desierto de Atacama.

3. Balleneros, Antártida

Christopher Prentiss Michel

Ubicado en la Isla Decepción, este pueblo estuvo dedicado a la caza de ballenas a principios del siglo 20.

Debido al desplome del precio del petróleo durante la Gran Depresión de 1929, el pueblo fue abandonado por los trabajadores de la compañía ballenera noruego-chilena.

En 1944, un grupo de británicos trató de darle un nuevo renacer, sin embargo, una serie de erupciones volcánicas obligaron a los recientes habitantes a abandonar el lugar otra vez.

Hoy el pueblo está deshabitado y sólo quedan los vestigios de sus antiguas estructuras.

4. Fordlandia, Brasil

Situado en la mitad del Amazonas brasileño, fue creado por el millonario estadounidense Herny Ford a principios de los años 30 del siglo pasado. La idea era producir más de 20.000 hectáreas de cultivos de plantas de caucho, y así quitarle a británicos y holandeses el monopolio de esta vital materia prima.

Pero el proyecto fue un fracaso, ya que los habitantes de Fordlandia no supieron cultivar el caucho. Las pérdidas alcanzaron los 20 millones de dólares, lo que actualmente equivaldría a 200 millones de dólares.

Hoy Fordlandia es una ciudad abandonada, a ratos visitada por granjeros o turistas ocasionales. Un paraje que Ford jamás visitó, porque le daban miedo las enfermedades tropicales.

5. San Juan Parangaricutiro, México

Fue un poblado ubicado en el estado de Michoacán y que desapareció en 1943 tras la erupción del volcán Particutín.

La caída del abundante material piroclástico dejó al lugar sepultado bajo la lava, lo que obligó a sus habitantes a trasladarse a la ex hacienda Los Conejos, donde reconstruyeron la localidad, hoy conocida como Nuevo San Juan Parangaricutiro.

De las ruinas del viejo San Juan sólo sobresale la parte superior de una iglesia que sobrevivió a la lava.