"Yo, el peor de todos": el empresario que hizo suyo el mea culpa de una generación
El único pecado de Carlos Miguens fue haber querido ser empresario "sin atajos ni haberse ido a la banquina" en un país como la Argentina. Una confesión para redimir a otros que evoca a una de las grandes películas de su madre, la cineasta María Luisa Bemberg