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Mariana Schoua sabe de liderazgo. La primera mujer en presidir la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (Amcham), como la presentaron cuando asumió a mediados de año, ya ha liderado varias empresas, entre ellas la nacional Aconcagua Energía Generación, unidad de negocios del grupo dedicada a la gestión de hicroeléctricas y termoeléctricas y firma donde actualmente es CEO.
Sin embargo, Schoua es una de las caras que hace tiempo representa el liderazgo femenino en el mundo corporativo argentino y aún más en el sector energético. Antes de llegar a Aconcagua, fue número uno de Orazul Energy y antes de Duke Energy. Así con 30 años en la industria, la ejecutiva no solo es experta en el sector, sino también en liderar compañías.
“Aprendí a surfear la incertidumbre en un mercado masculino y muy regulado”, resume los aprendizajes de su vida corporativa que, en su gran mayoría, fueron en empresas norteamericanas multinacionales que le dieron altos estándares de procesos.
Pero, este desafío es distinto. Como presidente de Amcham, la ejecutiva debe presidir una de las cámaras más influyentes del país en un momento único, un momento que la misma Schoua define como de inflexión.
“Como cámara tenemos como objetivo el desarrollo de las condiciones de negocio para que se hagan inversiones en la Argentina y que eso genere un desarrollo sostenible en el país, que genere empleo genuino”, explicita la número uno.
A este objetivo general se le suma el momento que está viviendo el país. “Estamos en un punto de inflexión porque hubo un cambio de gobierno que implica un cambio cultural y un cambio muy importante a todos los niveles que hace que sea un muy buen momento para hacer un cambio estratégico”, señala Schoua.
Para la presidente de la Amcham, “una de las cosas que dispara este cambio es que, si vamos a ser una Argentina abierta al mundo, competitiva; todo el intercambio comercial con otros países pasa a ser más que relevante”.
Si a estos se le suma -sigue la ejecutiva- que la Amcham es una cámara binacional y con la relación que hoy tiene el país con los Estados Unidos el intercambio comercial pasa a ser super estratégico. Schoua recalca, entonces, la gran ventaja que esta situación trae al país. “Ya vimos que ese apoyo que EE.UU. nos presta nos sirve, es positivo. Y creemos que esto recién empieza”, señala.
Una nueva estrategia
Con 700 miembros, empresas que en un 40 por ciento tiene origen norteamericano y el resto de distintas nacionalidades, la Amcham tiene voz en muchos temas relacionados a la institucionalidad del país.
El presidente del Comité ejecutivo de la Amcham se elige cada dos años con la posibilidad de tener un año más de mandato y es justo en ese momento donde se revisa el plan estratégico de la institución. Y el que preside este comité es quien pone la impronta, la cultura.
“La cámara tiene un proceso estratégico hace muchos años y lo más importante es que lo va ejecutando y consiguiendo resultados, que no es tan obvio. A veces las estrategias quedan en los papeles. También un equipo que se mueve solo. Yo defino lo que va a ser el foco de los próximos años”, explica.
Y es justo ahí donde Schoua tiene una oportunidad única. “Es un muy buen momento para hacer un cambio estratégico”, remarca la ejecutiva quien pone sobre el tablero otro concepto que cree muy importante: “Nosotros somos articuladores y nos tomamos este papel con mucho compromiso y responsabilidad”.
La líder asegura que esa alineación entre los países, por supuesto, crea confianza en el país. “Las potenciales inversiones de las casas matrices de las empresas que ya están en el país vuelven a ver a la Argentina como atractiva. Pero también los inversores de cualquier otro origen”, sentencia y asegura que “esto se va a intensificar terriblemente, aunque ya comenzó.”
Schoua hace una diferenciación con otras cámaras, los valores que defienden. En su caso son: la institucionalidad, el republicanismo, el libre mercado, la apertura comercial, la trasparencia, la diversidad.
Uno de los eventos que desde la cámara están esperando es al Embajador, “una figura que va a ser que va a ayudar a esa intensificación”, explica.
Justamente, la institución trabaja en conjunto con la Embajada de los EE.UU. para promocionar a la Argentina. “No queremos ser solo las más influyente, queremos ser la que tenga más impacto para que haya más inversiones en el país”, repite.
Una impronta personal
Presidir esta institución implica poner una impronta y marcar una estrategia en la representación de compañías que representan casi el 25 por ciento del PBI el 39 por ciento de la recaudación fiscal, 35 por ciento de las importaciones y 45 por ciento de las exportaciones. Además, sus miembros generan más de 420.000 empleos directos y 4 millones indirectos.
Como primera mujer en una institución con 110 años de historia en el país, Schoua asegura que siente orgullo del hito que está marcando, pero a la vez mucha responsabilidad. “De alguna manera estoy representando a todas las mujeres”. Y, ¿si sale mal?, se pregunta riendo. “Pero también es un cambio que no fue casualidad, se trabajó para ello”, cuenta.
En el directorio de Amcham prácticamente no había mujeres cuando Schoua comenzó a formar parte hace 13 años. “Estaba prácticamente sola. Y si bien no se puso un cupo si teníamos un objetivo consciente: tratar de incluir”, señala.
Esa inclusión implicó, por ejemplo, ser más flexibles con los criterios que se tenían para que una empresa formara parte del directorio. “A la hora de cubrir vacantes se tenían en cuenta compañías lideradas por mujeres de un sector que ya está representado. Siempre se dice que no hay mujeres CEOs y no es así”, explica Schoua. Amchan hoy tiene representación de 42 industrias. “Ahora ya no nos hace falta tener un objetivo porque los miembros ya tienen la suficiente diversidad”, asegura la presidente. Y agrega: “Que a la Amcham la presida una mujer muestra que se puede, que no es poco. Y en una cámara de estas características, una cámara que tiene mucha influencia, mucho impacto”.
Para Schoua la diversidad en el directorio de la Amcham “es la representación de la sociedad, nos da diversidad de opiniones. Ser mujer no necesariamente implica que pienses distinto, pero muestra parte de la diversidad. Más allá del imperativo moral tiene un impacto concreto en los negocios como empresas y como empleadores que buscan talento”, ejemplifica.
La número uno asegura que las conversaciones del directorio pasaron a ser distintas, “no mejores ni peores, distintas con otros backgrounds. Se pueden resolver temas desde distintas perspectivas y eso hace que tengas respuestas superadoras”.
Como líder en todas las posiciones que ocupó y ocupa, Schoua tiene su propia forma de liderar, el liderazgo consciente, como ella lo llama.
“Yo creo que el liderazgo es una de esas cosas que se pueden ejercer espontáneamente, es como negociar. Todos negociamos”, comienza a explicar.
Sin embargo, la ejecutiva también cree que un líder se hace, “no necesariamente se nace, pero lo que es seguro se puede mejorar. Ser consciente de qué clase de líder quiero ser es el primer paso para mejorar”.
Y reconoce una evolución en el liderazgo: “Antes cuando se hablaba de un líder era aquel que tenía una fuerte orientación a resultados, a lo hard. Yo creo que es imposible tener los mejores resultados si no sos un buen líder en lo soft”.
Así, su receta es escuchar de verdad, lo que implica dar información. “Yo ejerzo un liderazgo participativo, que quiere decir que invierto mi tiempo en informar. Muchas veces en un equipo hay ejecutivos que no tienen la información o la tienen fragmentada. Si todos tienen la info que tienen que tener coconstruimos mejores objetivos estratégicos, mejores soluciones…”, afirma.
Este método aplicado a la Amcham implica que todos los directores tengan una voz y conciliar sectores perdedores y ganadores. “Siempre vamos llegando a consensos en función del análisis que hacemos con expertos de distintos ámbitos que invitamos a participar”, cuenta.
Pero finalmente para decidir siempre está la estrategia. “La estrategia es la que te ordena los dilemas”, dice.
En cuanto al rol actual del sector privado, la líder cree que “desde Amcham el objetivo es llegar a la sociedad toda. Cuando decimos que tenemos una voz y defendemos alguna cosa o impulsamos otra, nuestros comunicados son para toda la sociedad. Desde lo concreto y desde lo discusivo”, indica.
“Trabajamos para que se reivindique el papel del empresario. El empresario toma riesgos, muchos, invierte capital, da trabajo genuino, paga impuestos. Entonces reivindicar ese rol nos parece muy importante”, concluye.
