Un sector complejo, compuesto por múltiples actividades interrelacionadas que interactúan con un eje: el paciente. El sistema de salud estuvo sometido a desafíos sin precedentes en los últimos años, tras una pandemia que demandó hasta el agotamiento insumos, recursos humanos e instalaciones.
Todos los actores del modelo de atención se enfrentan a distintas problemáticas en un momento de evolución tecnológica y de crisis en el sistema financiador por razones asociadas a cambios demográficos.
"A futuro, debido a la incorporación de las tecnologías de la información y de la inteligencia artificial, veremos una modificación en el modelo de atención, sobre todo, para el seguimiento de las enfermedades crónicas no transmisibles (como la obesidad, la diabetes y algunos tipos de cáncer, entre otras): de un paradigma en el que el paciente se acerca al sistema, a un sistema que se acerca al paciente", proyecta Natalia Jorgensen, economista especializada en salud, directora de Soul Health Care Consulting.
Jorgensen aclara que este ecosistema incluye a los laboratorios de estudios médicos -con avances como los test genéticos que contribuyen a la denominada "medicina de precisión"-, la aparatología -con la intervención de la robótica-, y la industria farmacéutica, que en la Argentina, enfatiza, es muy fuerte y que no sólo vende al mercado nacional, sino también al internacional.
Respecto de la atención de pacientes, el principal desafío lo impone la macroeconomía. Así lo afirma José Sánchez, presidente de la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS), una entidad que aglutina a diversas cámaras y que se creó a comienzos de 2020 con la pandemia por delante y la necesidad de todos los sectores de estar unidos.
"El aumento de nuestros costos está muy por encima de la inflación y de la Remuneración Promedio Sujeta a Aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (Ripte). Tenemos un régimen de costos propio, que está relacionado con el aumento de los medicamentos y de los insumos", explica Sánchez.
El dirigente reconoce que, a esta situación, se añaden los desafíos que enfrentan quienes pagan a los prestadores. "Hay una crisis muy fuerte del financiamiento, que está en el orden del 9 por ciento del PBI de la Argentina y llegó a estar cerca del 9,5 por ciento. Y es un PBI que es, cada vez, más chico", describe. Atribuye esta situación a que "cada vez, hay más población, más personas acceden a los servicios de salud y hay tratamientos más prolongados y caros". Destaca que se trata de un "problema mundial".
Pero la posibilidad de que el ser humano viva más años amplía los beneficios de algunos jugadores. "El segmento de mercado en el que se desarrolla, Bausch & Lomb tiene una oportunidad clara de crecimiento marcada por el incremento de la expectativa de vida. La población vive más tiempo y el segmento de las personas de más de 60 años es mayor año tras año", dice el gerente general de la Región Cono Sur y director de Negocios para Latam de la empresa de salud ocular, Francisco Aberg Cobo. Según él, los actuales hábitos de vida también empujan la demanda. "El aumento de tiempo en la exposición de las pantallas afecta a la población en general, lo que provoca ahora, y en el mediano y largo plazo, la aparición y prevalencia de afecciones en la vista tales como presbicia, miopía, entre otras. Al aumentar el problema, sube la demanda de los tratamientos correspondientes", asegura.
Los desafíos
Las restricciones a las importaciones complican la compra de algunos insumos, como repuestos de equipos como resonadores o tomógrafos, entre otros, indica Sánchez. De todas formas, aclara que la entidad que preside tiene buen diálogo con el Gobierno nacional. "Hemos hablado con el Ministerio de Economía y hay comprensión y hay apoyo. Pero, después, cuesta destrabar algunas cosas. Es un contexto muy complicado", grafica.
Para Jorgensen, uno de los desafíos del sistema de salud es la digitalización. "Debemos dejar de discutir sobre la receta o la historia clínica electrónica. Hay que digitalizar el sistema de salud. Vamos hacia un mundo donde las barreras físicas de la atención se van a ir reduciendo. Se va a llegar a los pacientes mediante las tecnologías de la información, mediante la teleconsulta", describe.
Los cambios acelerados por la emergencia sanitaria impulsaron estos nuevos sistemas. "El escenario pospandemia hizo que muchas personas se volcaran a la teleconsulta o consulta virtual. Así que, actualmente, es una alternativa que muchos pacientes y profesionales de la salud adoptaron", indica Flavio Sánchez, médico, fundador y director general de Telerad, una empresa argentina especializada en telemedicina. Apunta que las únicas barreras para que aumente su penetración es la tecnológica, como la falta de un buen acceso a Internet o de dispositivos como teléfonos inteligentes.
Sobre su aprovechamiento, cita tres casos de gran utilidad. "Hay indicaciones muy precisas sobre el uso de la consulta virtual: el seguimiento de algunas enfermedades crónicas, como, por ejemplo, la diabetes. Otro ejemplo de potencial pueden ser las guardias. A veces, los departamentos de emergencia se llenan de pacientes y hay mucha demora. Con la teleconsulta, muchos podrían atenderse sin tener que ir a una guardia ni desplazarse", enumera. El tercer caso es el de la atención de enfermedades mentales, salvo en patologías graves.
Pero el Covid-19 no sólo puso a la virtualidad en el primer plano. Todo el sector se mantuvo entre los intereses más destacados de la población.
"La pandemia llevó al mundo entero a reflexionar sobre la salud en todos los niveles y ha dejado un estado de sensibilidad lógico frente a cualquier estimulo que pueda afectarla. Es un tema de agenda mundial", declara María Moret, vicepresidenta de Latinoamérica Sur de la fabricante de dispositivos médicos Medtronic. "Los casos de Covid-19 no han cesado en nuestros países y es importante seguir preparando los sistemas de salud para enfrentar el impacto a largo plazo de la condición post Covid-19", recuerda.
Respecto de la sostenibilidad del sistema, la firma plantea que la mejor forma es con un modelo de adquisición de productos por parte de los prestadores o financiadores basado en los resultados. Este esquema -informa- sugiere "abordar las complejidades en la relación proveedor-comprador, involucrando alternativas de riesgo compartido y recompensando a los proveedores y efectores que contribuyan a mejorar los servicios de atención de la salud y los resultados clínicos". "Con los Programas de Protección de Resultados, queremos proponer mecanismos no tradicionales de financiar la tecnología sanitaria y poder contribuir a mejorar el acceso a los tratamientos de vanguardia", concluye.
La visión de los laboratorios
Desde el sector de los laboratorios, reconocen que hay problemas de acceso a divisas para grandes inversiones. Pero aseguran que no afectan la fabricación, ni, por ende, la provisión a la comunidad.
"Todos los gobiernos que limitaron el acceso a divisas, independientemente del signo político, mantuvieron al margen de la situación a los productos farmacéuticos. Si bien ahora el problema existe, tanto el Gobierno como las cámaras farmacéuticas estamos colaborando proactivamente para que no falten medicamentos", asegura Juan José Marconi, director Ejecutivo de la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala), que nuclea a las firmas nacionales. Sin embargo, admitió que "faltan divisas para adquisición de bienes de capital para invertir. Hay empresas que están ampliando o directamente haciendo plantas". "La Argentina podría exportar mucha más producción de medicamentos, porque hay demanda del exterior, si tuviéramos mayor acceso a financiamiento", completó.
Respecto de la inflación, Marconi dice que "la industria farmacéutica acompaña y acompañó al Gobierno en todos los acuerdos de precios". El que está vigente actualmente es el que plantea actualizar los precios un punto menos que la inflación. "Algunas veces, es muy complicado y afecta la rentabilidad, ya que algunos precios no dependen de la Argentina. Por ejemplo, los fletes, cuyo costo desde la pandemia se triplicó en dólares", ilustra.
Jorge Cassará, director Comercial de Laboratorio Pablo Cassará, coincide en que el "sector salud no tiene los mismos tiempos de demora de importación que otros que no son tan críticos". "Somos privilegiados dentro de la industria nacional", considera.
Sin embargo, apunta que hay dificultades para las empresas nacionales para seguir el camino de la innovación. La firma está desarrollando una vacuna contra el Covid-19 y cita como ejemplo que es más fácil tener disponibilidad de establecimientos para las fases 2 y 3 de los ensayos clínicos que para fase 1. "Hay sólo dos habilitados por Anmat", cuenta e indica que es porque "cuando uno prueba una molécula en humanos por primera vez, tiene que cumplir requisitos mucho más complejos que en las fases más tardías", lo que atribuye a que, en el país, "no hay tantos proyectos que requieran fase de investigación local". "La mayoría de la investigación clínica que se hace en Argentina es de desarrollos que vienen del exterior", revela.
Otras formas de innovación están relacionadas con la incorporación de cambios que, también, están penetrando en otras industrias, como la inteligencia artificial, que alcanzó mayor popularidad en el último mes. Y esta tecnología está introduciendo modificaciones en áreas corporativas sensibles. Roche Argentina incorporó un chatbot que brinda soporte al área de Recursos Humanos para asistir y resolver las dudas de los integrantes de la empresa, quienes pueden formularle, por caso, consultas sobre vacaciones disponibles, recibos de sueldo o licencias, entre otros temas.
Yanina Zancoli y Nicolás Todino, People & Culture heads del laboratorio, afirman que la implementación es una prueba piloto y, con base en los aprendizajes que brinde la herramienta, prevén escalarlo a otros sectores de la compañía.
Un antes y un después en medicina prepaga
Para Claudio Belocopitt, presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS) y dueño de Swiss Medical, el sistema de salud enfrenta un problema multicausal y alude, también, a la crisis de financiamiento, que -aduce-, en el caso de la medicina prepaga, está relacionado con "un control de precios por debajo de los costos". En tanto, añade, las obras sociales se enfrentan a la disparidad entre las actualizaciones salariales y los aumentos de los egresos.
También, cita la extensión de la expectativa de vida y una circunstancia que, asegura, se registra con mayor claridad en la Argentina, que es la incorporación en el Programa Médico Obligatorio (PMO) de prácticas nuevas, sin tener en cuenta los ingresos.
"Además, en 20 años, el Estado se ha desprendido de costos que le eran propios, como los aspectos sociales relacionados con la discapacidad; por ejemplo, el transporte, el colegio o las actividades recreativas, que no deberían ser financiados por el sistema de salud", opinó.
El empresario afirma que 2021 fue el peor año para el sector y que, en 2022, hubo una mejoría gracias a que el Gobierno admitió las actualizaciones. De todas formas, asevera que "la pandemia fue un antes y un después". "Si la política no fuera tan cruel, habría un reconocimiento para el sector privado de salud, porque su actuación fue extraordinaria y atendió el 70 por ciento de la pandemia", enfatiza.
A los componentes que determinan la crisis del sector que menciona Belocopitt, Luis Fontana, director General de OSDE, suma "la judicialización de la medicina, que, a veces, impone tratamientos en contra de la evidencia científica, como respuesta a presiones de la opinión pública".
También, hace referencia a las consecuencias severas de la inflación. "Los profesionales intentan recuperar honorarios. Pero se topan con el límite que impone el bolsillo de las familias, que quieren seguir accediendo a la misma cobertura, como si las cuotas y aportes salariales no hubieran quedado por debajo de la inflación. Muchos de los insumos que se utilizan son importados, lo cual agrava la situación y nos obliga a administrar las tensiones", describe.
A la par de esta problemática, la empresa procura recomponer el honorario profesional para recuperar el volumen de la cartilla y las opciones de servicio. "A partir de la pandemia, la demanda de atención se modificó en muchos aspectos, como el consumo geográfico de las consultas, la mayor demanda periférica a otros centros urbanos. La oferta debe acompañar ese proceso", explica.
La complejidad de la actividad es otro de los aspectos mencionados por los ejecutivos de las empresas de medicina prepaga para explicar difícil situación que enfrentan. "Somos parte de un sector multifragmentado, que se desarrolla en un escenario de inestabilidad e incertidumbre, condicionado por la crisis macroeconómica que afecta a todas las actividades", subraya Fernando Werlen, director General de SanCor Salud Grupo de Medicina Privada.
"La realidad del sector salud a nivel nacional se caracteriza por su falta de integración. Un rubro al que no podemos llamar ‘sistema' y que, en la mayoría de los casos, queda inserto en una puja distributiva en la que cada actor defiende sus propios intereses, agravando así la integridad sanitaria", amplía.
Las prepagas también apelan a la digitalización que mencionaba Jorgensen para sumar alternativas para sus afiliados. "Este año continuamos apostando a la transformación digital y a la innovación que nos permiten mejorar diariamente la atención a nuestros socios y socias y la accesibilidad a nuestra oferta médica", informa Marcelo Mancini, director General de Grupo Omint.
Para Mancini, se trata de un imperativo: "Consideramos necesario seguir trabajando y haciendo foco en la comunicación digital para reforzar las relaciones con nuestros socios, incorporar nuevos servicios, que se adapten a las necesidades de cada uno de nuestros afiliados y afiliadas, facilitando la administración de la información desde la comodidad de sus hogares".
Pese a las dificultades de la situación macroeconómica del país, la firma cuenta que trabaja en el aumento de servicios en la división de clínicas. Además, avanza en la construcción de un nuevo centro de atención ambulatoria en la zona de Palermo. "Asimismo seguimos ampliando la oferta de consultorios a través de la marca Santa Rita, en zonas tales como Pilar, Mar del Plata, Quilmes y San Martin donde además ofreceremos puntos de gestión de Omint", revela Mancini.
Esta nota se publicó originalmente en el número 352 de revista Apertura.
