El domingo, por segunda vez desde que la ley de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral instauró las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), los argentinos elegirán a los candidatos que competirán en octubre para ocupar las 151 bancas que se renuevan en el Congreso. Sin embargo, el resultado de las PASO no sólo determinará lo que podría suceder en las elecciones generales, sino que a la vez trazará un nuevo escenario político con vistas a 2015, cuando se ponga en juego la Presidencia de la Nación. Aquí, las claves de la elección.
Ronda clasificatoria
En esta vuelta, si bien muchas de las candidaturas ya están definidas porque la mayoría de los frentes presentaron listas únicas, las internas determinarán en 16 provincias -Catamarca, Chubut, Caba, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, Santa Fe, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tierra del Fuego- cómo quedarán las boletas de candidatos de 33 partidos para la categoría de diputados y 12 de senadores. Las fuerzas deberán superar el piso de 1,5% de los votos válidos en el distrito y para la categoría del cargo en el que pretendan competir o quedarán excluidas del turno en octubre.
El votante, una vez en el cuarto oscuro, podrá optar entre una boleta completa o cortar por categoría de cargos, tanto entre listas internas de un mismo partido como de fuerzas diferentes. Habrá, a su vez, varias novedades: 592.344 jóvenes de entre 16 y 17 años tendrán la posibilidad de votar por primera vez; ya no se sellará el DNI, sino que se entregará un troquel con el lugar y fecha de elección y con la firma del presidente de mesa y del votante y además, por primera vez, las mesas de votación serán mixtas.
Qué se elige
En la Cámara de Diputados finalizan su mandato 127 legisladores. El bloque kirchnerista -que renueva las bancas de los que ingresaron tras la derrota de 2009 bajo el liderazgo de Néstor Kirchner- y el Frente Amplio Progresista (FAP) ponen en juego sólo el 35% aproximadamente de sus bancas -38 de 111 y 8 de 22 escaños, respectivamente-.
A su vez, los aliados del FPV -Frente Cívico por Santiago, Nuevo Encuentro, MPN y el Partido Renovador de Salta- también tienen una tasa de recambio relativamente baja: 41%.
En la oposición, la UCR de Ricardo Gil Lavedra y el Frente Peronista de Francisco De Narváez se juegan casi el 70% de sus lugares: 25 radicales y 14 peronistas anti-K. Pero es el PRO de Mauricio Macri uno de los que más arriesga, con 8 de sus 11 escaños en la elección mientras que la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, y Proyecto Sur, de Pino Solanas, hasta podrían perder su representación.
Por su parte, un tercio de los escaños en el Senado provenientes de ocho provincias se dirimirán en las papeletas, o sea, 24 de las 72 bancas. El bloque K comandado por Miguel ngel Pichetto buscará renovar diez propias y cinco aliadas, esto es, el 31 y 38% respectivamente. Y el radicalismo de José Cano sólo expone el 28% de su bancada -4 de 14 estrados-, al tiempo que el Peronismo Federal definirá la continuidad o no de dos de sus seis bancas, el 33%. El resto de los partidos opositores, la Coalición Cívica y el Partido Renovador de Salta podrían quedarse con las manos vacías.
Repetidores
Varios de los pesos pesados de la arena legislativa concluyen mandato y pugnarán por un ciclo más. Sólo en Buenos Aires, de las 35 bancas que los K ponen en juego, más de 20 van por la repetición, tras la candidatura del intendente Martín Insaurralde. Entre ellos, 10 de sus principales espadas: la jefa del bloque, Juliana Di Tullio, la secretaria parlamentaria, Teresa García, y miembros de la mesa chica, como Diana Conti, Edgardo Depetri, Carlos Kunkel, entre otros.
En la vereda de enfrente, culminan su período los radicales Ricardo Alfonsín, Juan Pedro Tunessi y María Luisa Storani, que se presentan en la lista del Frente Progresista Cívico y Social por otros cuatro años. La referente del GEN, Margarita Stolbizer también seguiría. Irán por otro mandato el bonaerense Felipe Solá, cuarto en la lista del Frente Renovador de Sergio Massa, y Francisco De Narváez y sus seguidores que se presentarán en la lista del Frente por la Libertad y el Trabajo. Todas estas fuerzas llegan a las PASO con listas únicas, por lo que las internas no funcionarán como un filtro, sino como una gran encuesta nacional.
Una de las principales alianzas que definirá sus postulantes en las PASO será la que armaron en la Ciudad la UCR, el PS, el GEN, Libres del Sur y Proyecto Sur en el frente UNEN. Competirán cuatro listas en las que figuran seis legisladores con pretensiones de revalidar mandatos como Ricardo Gil Lavedra y Elisa Carrió, por la Cámara Baja. Sólo los que obtengan más del 22% de los votos integrarán la boleta que competirá en octubre y quedarán ordenados según el sistema D'Hont. Mientras que para la Cámara Alta -se medirán la dupla Alfonso Prat-Gay y Victoria Donda contra la boleta de Solanas- solo competirá en octubre la más votada.
En el Senado, apenas 11 de los 24 legisladores que finalizan su mandato tienen posibilidades de seguir. Algunos con más chances que otros. El rionegrino Miguel ngel Pichetto, el entrerriano Pedro Guastavino, el neuquino Marcelo Fuentes, el salteño Juan Carlos Romero y los fueguinos Osvaldo López y Mario Colazo figuran en los primeros lugares de sus nóminas y esperan acceder, aunque sea, a la banca por la minoría. Más complejo es el escenario para el porteño Daniel Filmus en un distrito siempre díscolo para el FPV, y para Sonia Escudero, segunda detrás de Romero en la lista por Salta.
Qué está en juego
En estas elecciones se juega mucho más que las 151 bancas que se renuevan. El oficialismo intentará conservar su apretada mayoría para impedir que los anti-K obstaculicen su agenda. Según voces oficiales, el objetivo último sería alcanzar los dos tercios necesarios para promover una reforma constitucional que habilite un tercer mandato de la Presidenta. Sin embargo, los números lo alejan de cualquier ensayo: si el FPV repitiera la elección legislativa de 2009, en la que obtuvo el 30,7% de los votos en todo el país, en la Cámara Baja se alzaría con un total de 104 bancas, mientras que en la Alta tocaría un piso de 26 votos propios. Muy lejos de las 172 bancas en Diputados y las 48 en Senado necesarias para una reforma. Las encuestas electorales arrojan para el oficialismo cifras que apenas superan en cinco puntos los valores de aquella elección.
En la vereda de enfrente, los opositores depositan sus esperanzas en reunir el poder necesario para imponer su programa. Entre otras propuestas, incluirían la modificación del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, la suba al 82% del salario mínimo, vital y móvil de los haberes jubilatorios y la marcha atrás de algunas leyes sancionadas durante los últimos meses. Además, todas estas fuerzas postularán en octubre a sus presidenciables ya sea para medirlos o instalarlos. Alfonsín, Massa, el ex gobernador santafesino Hermes Binner y el ex vice Julio Cobos disputarán una banca, aunque la apuesta de fondo es el sillón de Rivadavia dentro de dos años. Las PASO del domingo serán un filtro para las pretensiones de muchos postulantes. z we