La Organización Mundial de Comercio (OMC) irá hacia un nuevo modelo de negociación, por el cual entrará quien quiera a ese proceso llamado plurilateral en lenguaje comercial, después del bloqueo aislado de India, que metió a la entidad en una nueva crisis.
Lo que significa que no será necesario que la OMC espere hasta que todos los países estén de acuerdo, lo que aleja el riesgo de que como sucede ahoraun país tome una negociación como rehén por las consecuencias puramente electorales para la política doméstica que pueda tener.
La evaluación fue hecha por personalidades destacadas en los medios comerciales, tras la pérdida de plazo a medianoche del 31 de julio, para que los países aprueben el protocolo de acuerdo de facilitación de comercio, que según economistas puede estimular la economía mundial en hasta u$s 1 billón.
Pero, de acuerdo a importantes negociadores, el bloqueo de India reventó un acuerdo para reducir la burocracia en las aduanas e inviabilizó la reactivación de la Rueda de Doha para la liberalización global. Por eso, se impone la búsqueda de una alternativa para negociar.
Lo que estaba en juego era el paquete de Bali, aprobado en diciembre del año pasado, que incluye diez acuerdos, como medidas de facilitación de comercio, agricultura (como subsidios para la seguridad alimentaria y más transparencia en la administración de las cuotas) y una serie de cuestiones vinculadas al desarrollo de los países más pobres.
Su importancia económica no era menor. Después de la aprobación del protocolo del principal acuerdo, de facilitación del comercio, el texto entraría en el andamiaje de la OMC y podría ser ratificado por los Parlamentos nacionales.
Pero India decidió deshacer lo que se había acordado en Bali hace siete meses. Comenzó a condicionar su aprobación, para llegar al consenso, al acuerdo de facilitación de comercio a cambio de una solución permanente para continuar dando subsidios por encima de los límites autorizados, con el objetivo de formar stocks por razones de seguridad alimentaria. Lo que incluye millones de dólares para la compra de arroz y trigo, que termina en gran parte guardándose en lonas, con miles de toneladas que se pudren, como sucede actualmente.
En las propuestas sometidas a Nueva Delhi, India ganaba espacio para temas de seguridad alimentaria. Después de las discusiones de varios días que se extendieron hasta las nueve de la noche del jueves pasado, Nueva Delhi prefirió correr el riesgo de arrojar a la OMC en una nueva crisis profunda.
La propuesta que se hizo a los indios era que una declaración del presidente del Consejo General de la OMC establecería que la cláusula de paz sería permanente hasta que se encontrara una solución definitiva al tema de la seguridad alimentaria. Por esa cláusula, ningún país podría denunciar a India en la OMC por exceso de subsidios. Pero los indios rechazaron la propuesta, estimando que solo una declaración del presidente del organismo máximo de la OMC era insuficiente para evitar disputas contra sus prácticas en el fututo.
Lo que dejó perplejo a todo el mundo fue que India bloqueó el acuerdo para mejorar el poder de ganancia de la negociación para su propia seguridad alimentaria. Y terminó matando la discusión y ahogando la posibilidad de que a mediano plazo otros países pudieran aceptar negociar una señal verde para que India continuara dando millones de dólares en subsidios para la producción de arroz y trigo, por ejemplo.
Algunos negociadores calificaban lo ocurrido como el mayor error de cálculo visto en todas sus vidas diplomáticas.