La agencia de clasificación de riesgo Fitch Ratings mantuvo la perspectiva estable para el sistema bancario brasileño en 2012, basada en indicadores consideradores firmes de capitalización y liquidez de la mayoría de las instituciones y un ambiente económico “favorable”, a pesar del reciente enfriamiento de la actividad.
Según la agencia, no es probable que la perspectiva para las notas del sistema se torne positiva a corto plazo, porque eso estaría relacionado con una mejora en la estructura de financiamiento que depende de la recuperación de los mercados de capitales.
“Los ratings reflejan el hecho de que los grandes bancos privados del sector minorista, que concentran la mayoría de los activos y de los depósitos, son financieramente sólidos”, apuntó la agencia en su informe, en el que considera los “varios desafíos” interno y externos a los que estarán sometidos los bancos.
“A pesar de que puede haber una rebaja de rating para algunos bancos menores, se espera que sean de naturaleza idiosincrática, debido principalmente a debilidades como la calidad de los activos y presiones de financiamiento”.
Para Fitch, uno de los puntos fuertes del sistema bancario brasileño continúa siendo su base de financiamiento local y diversificada, especialmente para los grandes bancos del área minorista.
La expectativa es que la calidad de los activos continúe satisfactoria en 2012, a pesar de una esperada presión por los costos más altos de préstamos a lo largo del año.
La agencia también ve compromiso del gobierno en mantener un ambiente bancario y la economía estables. “Además, el trabajo realizado por el Fondo Garantizador de Crédito (FGC) contribuyó a esa estabilidad”, agregó.
La expectativa de Fitch es que la economía continúa creciendo, después de las recientes acciones de gobierno, como la reversión de algunas medidas macro prudenciales, alivio tributario para algunos productos y tres cortes de la tasa de interés de referencia, Selic, promovidos hasta ahora.