Entre junio y septiembre, el reajuste real promedio negociado en 226 convenciones colectivas de trabajo realizadas en todo Brasil fue de 0,83%. El porcentaje es significativamente inferior al aumento real de 2,55% convenido en la mayoría de las negociaciones colectivas de trabajadores metalúrgicos realizadas en septiembre, porcentaje que preocupa a economistas de dentro y fuera del gobierno por el riesgo inflacionario que implica.

Valor analizó 226 convenciones colectivas que fueron registradas en el ministerio de Trabajo entre los meses de junio y septiembre y con validez, al menos, hasta mayor de 2012. Esos contratos representan 22,7% del total de acuerdos de categorías profesionales (y no sólo de una empresa) y se seleccionaron de acuerdo a la representatividad del sector en cada estado (provincia), como para componer un cuadro a nivel nacional.

El Banco Central (BC) y el ministerio de Trabajo acompañan los acuerdos colectivos realizados en el país. Según datos compilados por el gobierno, el aumento real promedio concedido disminuyó. En enero, ese porcentaje llegó a 2,14%, y fue de 1,95% en mayo. En julio, la variación se situó en 0,66% (en el levantamiento del gobierno que incluía solo 12 categorías), y el promedio de los primeros siete meses del año fue de 1,38% de aumento real, de acuerdo a una nota publicada en un blog de la periodista Claudia Safatle, el 28 de septiembre.

En el informe, realizado cuando se habían registrado más acuerdos, se consideraron 103 convenciones con fecha de inicio en junio y 64 de ellas en julio.

Reajustes importantes, como los que obtuvieron en septiembre los metalúrgicos del cordón industrial de San Pablo y los comerciantes de San Pablo (10,5%, de los cuales 3,1% de aumento real), fueron menos comunes. Entre las convenciones analizadas, 25% de los sindicatos (60) consiguieron más de 1% de ganancia real, mientras 20% (47) tuvieron un reajuste igual al ndice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) o más bajo.

Para los economistas, el aumento de la inflación redujo el poder de negociación de los sindicatos. En enero, la inflación acumulada en 12 meses estaba en 5,99%. En septiembre, era de 7,31%. El aumento de la inflación y la crisis externa pueden no haber causado grandes efectos en la economía brasileña, pero seguramente afectarán las expectativas de las empresas, dijo José Silvestre, coordinador de relaciones sindicales del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (Dieese). La inflación más alta en el segundo semestre puede disminuir la ganancia real de quien quiere negociar ahora.

Algunos sectores se destacaron en todas las regiones. Los sindicatos relacionados con los trabajadores del transporte vial, comercio, metalurgia e industrias textil y alimenticia consiguieron los mayores aumentos del país. No observamos grandes diferencias entre los sectores, pero, en los últimos cinco años, el área de servicios obtuvo reajustes inferiores por estar muy pulverizada, compuesta por varias categorías sin tradición de negociación, afirmó Silvestre.

El riesgo es que los aumentos salariales por encima de la inflación provoquen una suba en el costo de vida que lleve al BC a hacer un seguimiento de las convenciones colectivas. Una ganancia real mayor permite un aumento del consumo y algunos sectores tienden a traspasar ese costo extra al precio de los productos, lo que genera más inflación. La información sobre los aumentos salariales es de extrema importancia para el Banco Central, dijo Bráulio Borges, economista jefe de LCA Consultores. Los reajustes se están moderando a lo largo de los meses. El año comenzó en torno de 2% de aumento real, pero ahora está por debajo de 1%. La ganancia real cayó a la mitad y eso es un alivio, desde el punto de vista de la inflación, señaló Borges, observando los datos que sigue de cerca del gobierno.

Pero el economista destacó que las empresas consiguen aumentar la productividad sin tener que, obligatoriamente, subir los precios. Esa conclusión proviene de la comparación entre los aumentos reales que se están negociando y la Productividad Total de los Factores (PTF). La PTF es un número mágico estimado por los economistas que calcula la ganancia de productividad de la economía. La brasileña está en torno de 1,3%, destacó Borges.