Brasil, conocido como el gigante sudamericano por su extensión territorial y su peso económico, también se ha consolidado como la primera potencia militar de América Latina. Con más de 365.000 efectivos activos y alrededor de 1,3 millones de reservistas, el país cuenta con las fuerzas armadas más numerosas de la región y una de las más modernas del hemisferio sur, donde los desafíos geopolíticos, territoriales y de seguridad son constantes.
Brasil refuerza su ejército con tecnología de última generación y busca proyectar su influencia en el mundo
El gasto en defensa de Brasil supera los 20.000 millones de dólares anuales, lo que representa alrededor del 1,2 % de su PIB. Esta inversión lo posiciona por encima de países como México, Argentina o Colombia y le permite sostener programas de modernización que incluyen tanques Leopard 1A5, cerca de 1.600 vehículos blindados y una flota aérea de más de 700 aeronaves militares.
A ello se suman los nuevos cazas Gripen NG, desarrollados en asociación con Suecia, que incorporan radar AESA y sistemas de guerra electrónica de última generación.
El país también se distingue por el papel de Embraer, la tercera mayor fabricante de aviones comerciales del mundo, que ha desarrollado el KC-390 Millennium, un avión de transporte militar multipropósito ya adquirido por países de la OTAN.
Esta capacidad industrial convierte a Brasil no solo en un consumidor de armamento, sino en un proveedor global de tecnología de defensa, lo que amplifica su influencia en el tablero internacional.
Potencia emergente: Brasil lidera rankings a nivel mundial y participa en operaciones globales
De acuerdo con el ranking de Global Firepower 2024, Brasil ocupa el puesto 12 entre las potencias militares del mundo, por encima de naciones como Irán, Israel o Ucrania. Este posicionamiento no solo se debe al tamaño de su ejército o a su tecnología, sino también a su capacidad logística, presencia territorial y experiencia en operaciones multinacionales.
Su participación en operaciones de paz de la ONU, como en Haití, evidenció la capacidad de su ejército para operar fuera de sus fronteras. En el plano diplomático, su pertenencia a losBRICS y su acercamiento a China y Rusia refuerzan la idea de un Brasil con un papel creciente en la construcción de un orden multipolar.