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La preocupación por una posible Tercera Guerra Mundial ha comenzado a instalarse con fuerza en el debate internacional. Analistas advierten que los conflictos actuales y la conformación de nuevas alianzas militares pueden desencadenar un enfrentamiento global de magnitud histórica.
En este contexto, voces expertas señalan que existen países que ya se han alineado estratégicamente y que podrían tener un rol decisivo en el inicio de este escenario bélico. El temor no solo apunta al choque directo entre potencias, sino también a la posibilidad de que un ejército sea el primero en caer como consecuencia de una ofensiva coordinada.
¿Cuál sería el primer ejército en caer en una posible Tercera Guerra Mundial?
De acuerdo con el investigador Jan Brzezinski, del Atlantic Council, la batalla más decisiva se está librando en Ucrania. Según su análisis, si Rusia logra consolidar su posición en este frente, se abriría la puerta a una escalada mayor, mientras que una derrota del Kremlin enviaría una señal clara a otros países aliados.
Brzezinski sostiene que el ejército ruso podría ser el primero en caer si Occidente mantiene su determinación y apoyo militar a Kiev. Para él, este desenlace sería clave porque liberaría recursos para enfrentar otros focos de tensión y demostraría que la comunidad internacional no ha perdido su capacidad de respuesta frente a las amenazas autoritarias.
¿Qué países serían responsables de un conflicto global?
El especialista advirtió que ya se ha formado un "eje de autocracias" compuesto por Rusia, China, Irán y Corea del Norte. Estos países, asegura, estarían coordinando acciones militares y políticas que incrementan la tensión en regiones estratégicas como Europa del Este, Oriente Medio y el Indo-Pacífico.
Entre los factores que aumentan el riesgo de una Tercera Guerra Mundial, se destacan:
- La invasión rusa a Ucrania.
- La creciente violencia en Oriente Medio impulsada por Irán.
- El respaldo de China a la agresión rusa y su actitud provocadora en el Indo-Pacífico.
- El papel de Corea del Norte como aliado militar y estratégico.
Para Brzezinski, derrotar la ofensiva rusa en Ucrania no solo frenaría a Moscú, sino que también debilitaría la confianza de este bloque en su capacidad para desafiar a Occidente.