El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha dado un giro radical en su política migratoria tras el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. El nuevo jefe interino de la agencia, Todd Lyons, confirmó que todo inmigrante sin estatus legal será arrestado, incluso si no tiene antecedentes penales.
En una entrevista con CBS News, Lyons fue categórico: "Si encontramos a alguien que está en el país ilegalmente, lo tomaremos bajo custodia". Con estas declaraciones, marcó el inicio de una nueva etapa de redadas masivas y deportaciones, que apunta a cumplir el ambicioso objetivo de un millón de expulsiones en un año.
Atención inmigrantes: vuelven las redadas colaterales y en lugares de trabajo
A diferencia de la administración Biden, que había limitado los operativos a casos graves, la nueva directiva permite a los agentes del ICE actuar con un mandato más amplio. Esto incluye la reactivación de las redadas colaterales, es decir, la detención de personas que, aunque no sean el objetivo principal de la operación, estén en situación migratoria irregular.
Desde enero, el ICE ha deportado cerca de 150,000 personas, de las cuales 70,000 tenían antecedentes criminales, aunque en muchos casos se trataba de infracciones menores o relacionadas con migración.
La nueva estrategia también habilitó los arrestos en tribunales, comunidades y lugares de trabajo, como empacadoras de carne en Nebraska, un hipódromo en Louisiana y una planta de cannabis en California, donde fueron detenidas más de 300 personas sin documentos, incluidos 10 menores de edad.
Lyons también criticó a los estados y ciudades con políticas santuario, que restringen la cooperación con autoridades federales. "Nos están obligando a salir a las calles", explicó, lo que, según él, incrementa los arrestos fuera de las cárceles y complica la seguridad de los agentes.
Empresarios también serán investigados
Uno de los cambios más notables de esta política migratoria es que el ICE también perseguirá a los empleadores que contraten y exploten a trabajadores indocumentados.
"Cien por ciento. No solo nos enfocamos en quienes trabajan ilegalmente, sino también en aquellas empresas que los contratan", afirmó Lyons, quien adelantó que estas investigaciones buscarán identificar redes de explotación laboral y tráfico de personas.
Un enfoque que genera alarma en comunidades inmigrantes
La nueva estrategia migratoria de Trump ha generado preocupación en organizaciones proinmigrantes y comunidades latinas, que denuncian un clima de temor y persecución. Sin embargo, el gobierno federal insiste en que el objetivo es restaurar el cumplimiento de la ley y exigir rendición de cuentas.
Con decenas de miles de millones de dólares en nuevos fondos y el respaldo del Congreso, el ICE se prepara para operar con una intensidad inédita. "Hemos abierto todo el espectro del portafolio migratorio", concluyó Lyons.