El año 2025 trajo cambios históricos en los aeropuertos de Estados Unidos. La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) y el Departamento de Seguridad Nacional anunciaron un paquete de medidas que ya impactan en millones de pasajeros.
El objetivo es claro: agilizar los controles, reducir las demoras y modernizar la seguridad aérea en un contexto de récord en el tráfico de vuelos.
Qué cambió en los controles de la TSA
Desde julio de 2025, la TSA eliminó la obligación de descalzarse en los filtros de seguridad, un requisito que estuvo vigente durante más de una década. Además, el organismo analiza flexibilizar la regla de los líquidos en el equipaje de mano, que desde 2006 limitaba los envases a 100 mililitros.
Aunque esta modificación aún está en evaluación, las autoridades confirmaron que responderá a los avances tecnológicos en materia de inspección.
Otro de los anuncios clave fue el lanzamiento de "Families on the Fly", un programa que habilita carriles exclusivos para familias con niños pequeños en terminales seleccionadas, con el fin de mejorar la experiencia de viaje en grupos.
¿Siguen siendo útiles TSA PreCheck, Global Entry y Clear?
Pese a las nuevas facilidades para todos los pasajeros, los programas de control acelerado como TSA PreCheck, Global Entry y Clear mantienen ventajas. PreCheck, por ejemplo, sigue garantizando que el 99% de los usuarios espere menos de 10 minutos en los controles, mientras que Global Entry agiliza el ingreso al país en vuelos internacionales.
Por su parte, Clear ya está presente en más de 60 aeropuertos y utiliza tecnología biométrica para validar la identidad sin documentos físicos.
La biometría y el nuevo requisito REAL ID
La tecnología de reconocimiento facial y escaneo biométrico se expande a gran velocidad en las principales terminales de Estados Unidos. Estos sistemas permiten validar la identidad en segundos, reduciendo filas y automatizando procesos que antes dependían de la verificación manual.
En paralelo, a partir de mayo de 2025, será obligatorio contar con una identificación REAL ID para poder abordar vuelos domésticos. Esto significa que todos los pasajeros deberán actualizar sus documentos emitidos por los estados para cumplir con los estándares federales.