Hay un estado del país que no suele aparecer primero en las conversaciones sobre bienestar, lujo o vibrar urbano. Pero los últimos estudios lo colocan en la cima cuando de felicidad se trata, dejando atrás no solo las playas, sino también atractivos cultos al éxito y grandes economías.
Y aunque muchos asumirían que estados con gigantes tecnológicos o costas soleadas dominarían estos rankings, los resultados recientes muestran que otros factores pesan más de lo que se suele pensar.
Un estudio revela cómo analizar la felicidad de cada estado en Estados Unidos
El estudio considera varias dimensiones para determinar qué tan felices se sienten los habitantes de cada estado: salud física y mental, estabilidad económica, ambiente de trabajo y calidad del entorno comunitario y ambiental. Factores como la tasa de depresión, el desempleo, los ingresos medios, la expectativa de vida, el ocio disponible y el entorno laboral pesan todos juntos.
Se busca que un estado no solo tenga prosperidad económica, sino que ofrezca una combinación de trabajo, descanso, relaciones sociales saludables, bienestar físico y mental, y un entorno donde el ciudadano pueda sentirse contenido, seguro y satisfecho con su vida diaria.
¿Cuál es el estado más feliz de Estados Unidos?
El estado que encabeza la lista de más felices en EE.UU. es Hawái, con una puntuación general de 66,3 en el ranking.
Lo curioso es que no es ni uno de los que encabezan las listas de gran crecimiento económico ni de ciudades gigantescas: se destaca por su estilo de vida más calmado, menor tasa de depresión adulta (12,7 %), y la más alta expectativa de vida.
En segundo lugar aparece Maryland, gracias a su alto ingreso medio, buenos servicios de salud y bajos índices de desempleo. Luego le siguen Minnesota, Utah, New Jersey, Idaho, California, Illinois, Nebraska y Connecticut entre los diez primeros.
¿Cuáles son los estados menos felices?
Al otro extremo se ubica West Virginia, que cierra la tabla como el estado con menor felicidad. Entre sus indicadores más débiles están la tasa de depresión adulta más alta del país (27,5 %) y un rendimiento bajo en bienestar emocional y físico así como en ambiente laboral.
Otros estados que figuran en los puestos más bajos incluyen Louisiana, Arkansas, Kentucky, Alabama y Mississippi. Todos ellos enfrentan desafíos persistentes en cuanto a salud mental, desempleo, divisiones sociales, bajos ingresos y otros factores que afectan negativamente la calidad de vida.