En esta noticia

El sueño de tener una casa en Florida se está desmoronando. Aunque a nivel nacional la baja en ventas pendientes de propiedades fue leve (de apenas un 1.1%), en el estado de Ron DeSantis, la caída ha sido mucho más pronunciada y parecería ir a peor: Miami registró una baja del 17.4%, Ft. Lauderdale del 16% y West Palm Beach del 8.7%.

Para muchos, estas cifras confirman lo que ya se siente en las calles de Florida y el mercado está dando un paso atrás. Y ese "adiós viviendas" ya no suena exagerado, sino cada vez más real, sobre todo entre quienes pensaban en mudarse o invertir.

El seguro se dispara: una razón de peso por la que nadie quiere comprar una propiedad en Florida

Entre los factores que más están espantando a los compradores, uno se destaca sin mucha competencia: el costo del seguro. En apenas 5 años, las primas subieron un 72%, según NPR.

La causa principal son los huracanes, como Helene y Milton, que arrasaron con varias zonas en 2024 y dejaron una larga estela de consecuencias. Fue tan duro que se estima que 1 de cada 5 personas ya no tiene seguro de vivienda.

El problema es que el seguro no es opcional si se quiere acceder a un crédito hipotecario. Así, se va armando un cóctel perfecto para que nadie quiera comprar una propiedad en Florida.

Asimismo, a eso se le suma hoy en día en el estado de Ron DeSantis:

  • Menor acceso a financiamiento

  • Inestabilidad financiera para propietarios actuales

Costos altos y normas más estrictas hacen que nadie quiera comprar una propiedad en Florida

Desde que ocurrió el trágico derrumbe del edificio Champlain Towers en Surfside en 2021, el tema de la seguridad estructural en los edificios es prioridad.

Hoy, muchos condominios deben pasar por revisiones técnicas obligatorias, conocidas como "milestone assessments", que pueden derivar en facturas de más de USD 30,000 por unidad.

Pero eso no es todo. Los costos siguen subiendo en Florida por todos lados:

  • Cuotas de mantenimiento en alza, sobre todo en edificios viejos

  • Materiales de construcción cada vez más caros

  • Mano de obra calificada que escasea

  • Proyectos detenidos por las altas tasas hipotecarias

El combo ha generado una especie de punto muerto en el estado de Ron DeSantis: los precios no bajan lo suficiente para tentar a nuevos compradores, pero quienes ya tienen propiedades tampoco están dispuestos a vender con descuentos. Esto da como resultado un mercado estancado que ni avanza ni retrocede.