La administración de Donald Trump impuso una política de tolerancia cero en el sistema migratorio de Estados Unidos. Es que su gestión se centró en endurecer las vías legales de ingreso al país, las condiciones de permanencia e inició un plan de deportaciones masivas. En esta línea, el gobierno anunció una reforma significativa para imponer castigos más severos a extranjeros que infringen las leyes migratorias.
Atención inmigrantes: multas sin previo aviso para quienes cometan estas infracciones
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) anunció que eliminará el "Aviso de Intención de Multa", el paso previo que permite a inmigrantes presentar objeciones antes de recibir una sanción económica, para los inmigrantes que cometan este tipo de infracciones:
- Falta de salida voluntaria: Quienes no abandonen EE.UU. tras haber recibido autorización para hacerlo enfrentarán multas entre USD 1992 y USD 9970, dependiendo del tiempo de retraso y ajustes por inflación
- Incumplimiento de órdenes de expulsión: Las personas que desobedezcan una orden judicial de deportación podrían pagar hasta USD 998 diarios
- Ingreso ilegal: Cada intento de cruce no autorizado será penalizado con multas de entre USD 100 y USD 500, cantidad que se duplica en caso de reincidencia
Es decir, a partir de 27 de junio de 2025, las autoridades tienen la capacidad de imponer multas a inmigrantes sin ningún tipo de aviso previo para quienes no cumplan estas órdenes de salida o ingresen al país sin autorización. De esta manera, se sustituyen los procesos anteriores que incluían entrevistas, notificaciones por correo certificado y plazos extensos para apelar.
Operación Safeguard: el programa de deportaciones masivas impuesto por Trump
La Operación Safeguard contempla redadas coordinadas en campos agrícolas, hoteles, obras en construcción y zonas urbanas, con apoyo de la Guardia Nacional y tecnología de vigilancia avanzada. Según el DHS, se busca cumplir con el objetivo de realizar hasta 3,000 arrestos diarios, una cifra sin precedentes en los operativos migratorios modernos.
El gobierno federal defiende la operación como una herramienta clave para "restaurar el orden legal y proteger la soberanía nacional". La reactivación de Safeguard forma parte de un paquete más amplio de políticas migratorias impulsadas por Trump en 2025, que también incluye centros de detención remotos, mayores sanciones económicas y restricciones para solicitar asilo.