La administración de Donald Trump lanzó una controvertida propuesta migratoria conocida como la "Trump Card", un nuevo programa que permitiría a extranjeros obtener residencia permanente en Estados Unidos, y eventualmente la ciudadanía, a cambio de una inversión no reembolsable de 5 millones de dólares.
Atención inmigrantes: ¿Cómo funciona la Trump Card en Estados Unidos?
El concepto de la llamada "Trump Card", presentado por primera vez en febrero, se plantea como una versión alternativa del visado EB-5, vigente desde 1990, que otorga residencia a extranjeros que invierten en proyectos generadores de empleo en Estados Unidos.
A diferencia de ese modelo, la propuesta de Donald Trump tiene un enfoque más directo que no exige la creación de puestos de trabajo ni ofrece devolución del dinero invertido. Solo se requiere un aporte único de 5 millones de dólares sin reembolso, a cambio de una residencia opcional con beneficios fiscales especiales.
Entre esos beneficios se destaca un sistema de tributación territorial, que permitiría a los titulares pagar impuestos únicamente por ingresos generados dentro de Estados Unidos, excluyendo sus ganancias en el extranjero.
"Miles de personas han estado llamando y preguntando cómo pueden inscribirse para recorrer un hermoso camino para acceder al país y al mercado más grande del mundo. Se llama ¡ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA! LA LISTA DE ESPERA YA ESTÁ ABIERTA", escribió el presidente en su red social Truth.
¿Cómo aplicar para la Trump Card en Estados Unidos?
Desde junio de 2025, la página web TrumpCard.gov permite a los interesados en la propuesta a inscribirse en una lista de espera proporcionando nombre, región y correo electrónico, e indicar si aplican como individuos o empresas. Una vez completado el formulario, el portal promete notificar cuando se habilite el acceso oficial.
De todos modos, el programa no está activo oficialmente. Aún no existe un mecanismo para abonar los USD5 millones, ni se ha publicado ninguna normativa oficial o formulario del USCIS. Es que la iniciativa requiere aprobación del Congreso y la emisión de reglas oficiales antes de convertirse en realidad.