Una transformación silenciosa avanza en el sistema financiero mundial. Cada vez más países buscan reducir su dependencia del dólar y fortalecer su soberanía monetaria frente a la inflación, las sanciones y las tensiones geopolíticas.
Este giro global marca una nueva etapa: los bancos centrales diversifican sus reservas y apuestan por activos tangibles. Lo que parecía una tendencia marginal se convierte ahora en una estrategia concreta para desafiar la hegemonía del billete estadounidense.
¿Qué países impulsan la nueva alternativa al dólar?
Desde 2022, los bancos centrales de todo el mundo aceleraron la compra de metales preciosos. El oro volvió a ser el activo estrella y, en 2025, Rusia sorprendió al sumar oficialmente la plata a sus reservas estatales dentro de su plan de desdolarización.
Polonia, China, India, Turquía y Brasil también lideran las compras, con más de 36.000 toneladas de oro acumuladas a nivel global. Estas operaciones buscan blindar las economías ante sanciones y la volatilidad de los mercados dominados por el dólar.
Las razones detrás del cambio
- Diversificar reservas y reducir la exposición al dólar.
- Evitar bloqueos financieros como el sufrido por Rusia en 2022.
- Protegerse de la inflación con activos físicos y estables.
¿Qué implica esta estrategia para el futuro del dólar?
El impulso de estos países erosiona lentamente el dominio del dólar en el comercio internacional. Los miembros del BRICS avanzan con acuerdos en monedas locales y plataformas para comerciar metales sin pasar por el sistema financiero estadounidense.
Aunque no se espera un colapso inmediato, los analistas prevén un declive gradual del poder del dólar. Con el oro estabilizado cerca de U$S 4.000 por onza y la plata superando los U$S 42, los metales preciosos se consolidan como el nuevo pilar de un sistema financiero más multipolar y soberano.