El título de hombre más rico del mundo cambia de manos con una velocidad que sorprende incluso a los mercados. Las fortunas de los grandes magnates tecnológicos ya no se miden solo en cifras astronómicas, sino también en la volatilidad de las acciones que sostienen sus patrimonios.
En cuestión de horas, un viejo contendiente logró desplazar al líder habitual en el ranking de multimillonarios, generando un hito histórico que reflejó el poder del avance de la inteligencia artificial y los efectos inmediatos de los reportes financieros en Wall Street. Sin embargo, el líder recuperó su lugar antes de que terminara el día.
¿Quién es el primer billonario de la historia que perdió y recuperó su lugar?
El miércoles, las acciones de Oracle se dispararon más de un 36% tras la publicación de un informe de ganancias que incluyó contratos por más de 300 mil millones de dólares con gigantes como OpenAI, Meta, Nvidia y xAI, la firma de Elon Musk. Este repunte impulsó de manera extraordinaria la fortuna de Larry Ellison, cofundador y dueño del 40% de la compañía.
Por unas horas, su patrimonio superó los 383.200 millones de dólares, cifra suficiente para superar los 384.200 millones de Musk (quien se encuentra en camino a convertirse en el primer billonario en la historia contemporánea debido al más reciente acuerdo con la junta directiva de Tesla).
Sin embargo, hacia el cierre del mercado, Tesla recuperó terreno y Musk volvió al primer puesto, aunque con una diferencia mínima.
¿Por qué esta pelea entre multimillonarios cambia la historia?
El episodio refleja cómo la inteligencia artificial se convirtió en el motor de la nueva competencia entre las mayores fortunas del planeta. Ellison aseguró en su llamada con inversores que Oracle no solo proveerá infraestructura, sino también la operación diaria de sistemas para fábricas, laboratorios y mercados financieros.
Musk, por su parte, enfrenta un escenario más complejo. Tesla ha perdido un 14% de su valor en lo que va del año y sus ventas en Europa cayeron un 40% este verano. Además, su figura pública y su apoyo a Donald Trump le han generado rechazo entre consumidores en Estados Unidos y la Unión Europea, afectando la imagen de la marca.