El cierre del gobierno federal de Estados Unidos ya superó las tres semanas y su impacto empieza a sentirse con fuerza entre quienes más dependen de la ayuda estatal. Uno de los programas más afectados es el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que actualmente permite a más de 42 millones de personas acceder a alimentos básicos cada mes.
Según informes recientes, al menos 25 estados ya advirtieron que podrían suspender o retrasar los pagos del SNAP a partir del 1 de noviembre si no se alcanza un acuerdo presupuestario en el Congreso. De confirmarse, millones de familias, jubilados y trabajadores de bajos ingresos quedarían sin apoyo alimentario inmediato, una situación que podría derivar en una crisis humanitaria.
Alerta SNAP: qué estados están en riesgo de perder los beneficios
Entre los estados que ya notificaron posibles demoras en la entrega de los cupones de alimentos se encuentran:
California
Arkansas
Hawaii
Indiana
Mississippi
Minnesota
Pennsylvania
Maryland
Texas
Oklahoma
Oregon
Nueva Jersey
Fuentes oficiales indicaron que otros estados podrían sumarse en los próximos días si el cierre se prolonga. El Departamento de Agricultura (USDA) comunicó a las agencias locales que deberán posponer la emisión de beneficios hasta nuevo aviso, lo que encendió las alarmas entre millones de beneficiarios.
Qué podría pasar en noviembre
Mantener activo el programa SNAP durante noviembre requeriría más de 8.000 millones de dólares adicionales, fondos que actualmente están congelados por el cierre. Algunos expertos plantean la posibilidad de usar un fondo de contingencia federal de 5.000 millones, lo que permitiría ofrecer beneficios parciales, aunque esa decisión aún no fue confirmada.
Según el Centro de Investigación y Acción Alimentaria (FRAC) millones de familias deberán elegir entre pagar el alquiler o alimentar a sus hijos. Además, el 73% de los beneficiarios del SNAP vive con ingresos iguales o inferiores al 100% del nivel federal de pobreza, lo que vuelve crítica cualquier demora.