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La sífilis es una infección de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema pallidum. Esta enfermedad puede tener graves consecuencias si no se trata a tiempo, afectando diferentes órganos del cuerpo y provocando complicaciones a largo plazo. La información es compartida por Mayo Clinic.
Los síntomas de la sífilis pueden variar según la etapa de la enfermedad, comenzando con llagas indoloras y avanzando a erupciones cutáneas y problemas más serios si no se recibe tratamiento. Es fundamental la detección temprana y el tratamiento adecuado para prevenir complicaciones.
¿Cuáles son los síntomas de la sífilis?
La sífilis se desarrolla por etapas y los síntomas varían con cada etapa. Se puede estar infectado de sífilis sin notar ningún síntoma durante años.
Sífilis primaria
El primer signo de sífilis es una pequeña llaga, llamada chancro, que aparece en el lugar por donde la bacteria entró al cuerpo. El chancro generalmente es indoloro y puede estar escondido. Sanará por sí solo en un plazo de tres a seis semanas.
Sífilis secundaria
Pocas semanas después de la recuperación del chancro, puedes experimentar una erupción que cubre todo el cuerpo, incluso las palmas de las manos y las plantas de los pies. Esta erupción generalmente no produce comezón y puede estar acompañada de:
- Úlceras similares a verrugas en la boca o en el área genital.
- Pérdida de cabello.
- Dolores musculares.
- Fiebre.
- Dolor de garganta.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
Estos signos y síntomas pueden desaparecer en pocas semanas o aparecer y desaparecer repetidamente durante un año.
Sífilis latente
Si no recibes tratamiento, la enfermedad pasa a la etapa latente, durante la cual no tendrás síntomas. La etapa latente puede durar años.
Sífilis terciaria
Aproximadamente del 15 % al 30 % de las personas infectadas que no reciben tratamiento tendrán complicaciones. En esta etapa, la enfermedad puede dañar:
- Cerebro.
- Nervios.
- Ojos.
- Corazón.
- Vasos sanguíneos.
- Hígado.
- Huesos.
- Articulaciones.
Estos problemas pueden ocurrir muchos años después de la infección original no tratada.
Neurosífilis
En cualquier etapa, la sífilis puede causar daños al cerebro y al sistema nervioso.
Sífilis congénita
Los bebés nacidos de mujeres con sífilis pueden infectarse a través de la placenta o durante el parto. La mayoría no presenta síntomas, aunque algunos pueden experimentar una erupción en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Los signos y síntomas posteriores pueden incluir:
- Sordera.
- Deformidades dentales.
- Colapso del tabique nasal.
Los bebés también pueden nacer prematuramente, morir en el útero o después del nacimiento.
Cuándo consultar al médico
Consulta con un médico si tú o tu hijo presentan secreciones, llagas o erupciones cutáneas inusuales, particularmente en la zona de la ingle.
¿Cómo saber si una persona tiene sífilis?
La sífilis se diagnostica principalmente a través de análisis de sangre, que detectan la presencia de anticuerpos producidos por el cuerpo en respuesta a la infección. Estos anticuerpos pueden permanecer en el organismo durante años, lo que permite determinar si la infección es actual o pasada.
En casos donde se sospechan complicaciones en el sistema nervioso, se puede realizar una punción lumbar para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo. Además, los departamentos de salud locales ofrecen servicios para informar y examinar a las parejas sexuales, ayudando a limitar la transmisión de la enfermedad.
¿Cuál es el mejor tratamiento para la sífilis?
Para tratar la sífilis, es fundamental recibir un diagnóstico temprano. El tratamiento más efectivo es la penicilina, un antibiótico que elimina la bacteria responsable de la infección. Si eres alérgico a la penicilina, tu médico puede ofrecerte alternativas o un proceso de insensibilización para poder administrarla. Es importante seguir las indicaciones médicas para asegurar una recuperación completa.
En el caso de la sífilis latente primaria, secundaria o temprana, se recomienda una sola inyección de penicilina. Si la infección ha estado presente por más de un año, pueden ser necesarias dosis adicionales. Para las mujeres embarazadas, la penicilina es el único tratamiento seguro y se debe realizar un seguimiento del recién nacido para detectar posibles infecciones congénitas.
Después del tratamiento, es crucial realizar análisis de sangre y exámenes periódicos para confirmar que la infección ha sido erradicada. Además, se debe evitar el contacto sexual con nuevas parejas hasta que se complete el tratamiento y se obtengan resultados negativos. Notificar a las parejas sexuales es esencial para que también puedan hacerse pruebas y recibir tratamiento si es necesario.