En esta noticia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica en su portal web que las enfermedades no transmisibles son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. Sin embargo, aseguran que muchas se pueden prevenir mediante la reducción de los factores de riesgo comunes.

Por ese motivo, conoce qué es la esquizofrenia infantil, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.

¿Qué es la esquizofrenia infantil?

Según explica el portal sobre saludMayo Clinic,

La esquizofrenia infantil es un trastorno mental grave que afecta a niños y adolescentes, caracterizado por la presencia de síntomas psicóticos como alucinaciones, delirios y alteraciones en el pensamiento. Aunque es menos común que en adultos, su diagnóstico temprano es crucial para un tratamiento efectivo.

Este trastorno puede impactar significativamente el desarrollo social y académico del niño, por lo que es fundamental que padres y educadores estén atentos a cambios en el comportamiento. La intervención temprana y el apoyo adecuado pueden mejorar la calidad de vida de los afectados.

¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia infantil?

Los síntomas de esquizofrenia infantil incluyen:

Signos y síntomas iniciales:

  • Problemas para pensar y razonar
  • Ideas o habla peculiares
  • Confundir los sueños y la televisión con la realidad

Comportamiento:

  • Distanciamiento de amigos y familiares
  • Trastornos del sueño
  • Falta de motivación
  • Falta de cumplimiento de expectativas diarias
  • Comportamiento extraño
  • Comportamiento violento o agresivo
  • Consumo de sustancias recreativas

Emociones:

  • Estado de ánimo irritable o deprimido
  • Falta de emoción aparente
  • Ansiedades y miedos extraños
  • Sospecha excesiva de otras personas

Signos y síntomas posteriores:

  • Ideas delirantes
  • Alucinaciones
  • Pensamiento desorganizado
  • Comportamiento motor extremadamente desorganizado o anormal
  • Síntomas negativos

Los síntomas pueden ser difíciles de interpretar y pueden confundirse con el desarrollo normal o con otras afecciones. Es importante buscar atención médica si hay dudas sobre el comportamiento o desarrollo del niño.

Los pensamientos y comportamientos suicidas son comunes en personas con esquizofrenia y se debe buscar ayuda inmediata si hay riesgo de suicidio.

¿Cómo saber si una persona tiene esquizofrenia infantil?

El diagnóstico de la esquizofrenia infantil comienza con un examen físico y pruebas de detección para descartar otros trastornos de salud mental y condiciones médicas. Esto incluye la evaluación de síntomas relacionados con el consumo de alcohol o drogas, así como estudios por imágenes si es necesario. La evaluación psiquiátrica es crucial, ya que implica observar el comportamiento del niño y discutir su historia personal y familiar.

El proceso puede ser largo y desafiante, ya que los síntomas de la esquizofrenia pueden parecerse a los de otros trastornos, como la depresión o el trastorno bipolar. Un psiquiatra pediátrico puede observar el comportamiento y los patrones de pensamiento del niño durante varios meses antes de llegar a un diagnóstico. En algunos casos, se pueden iniciar medicamentos para controlar síntomas graves antes de un diagnóstico oficial.

¿Cómo prevenir y tratar la esquizofrenia infantil?

Para tratar la esquizofrenia infantil, es fundamental contar con un equipo de tratamiento que incluya un psiquiatra pediátrico, psicólogos, enfermeras y trabajadores sociales. Este enfoque multidisciplinario permite abordar la enfermedad desde diferentes ángulos, asegurando que el niño reciba el apoyo necesario tanto médico como emocional. La participación de la familia también es crucial, ya que su apoyo puede ser determinante en el proceso de tratamiento.

Los tratamientos principales incluyen medicamentos antipsicóticos, psicoterapia y capacitación en habilidades para la vida. Los antipsicóticos ayudan a controlar síntomas como delirios y alucinaciones, mientras que la psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual, permite al niño aprender a manejar el estrés y comprender su condición. La capacitación en habilidades sociales y académicas es esencial para que el niño pueda desenvolverse adecuadamente en su entorno.

En situaciones de crisis, la hospitalización puede ser necesaria para garantizar la seguridad del niño y proporcionar un entorno controlado donde se puedan estabilizar los síntomas. La hospitalización parcial y el cuidado residencial son opciones a considerar una vez que los síntomas se han controlado adecuadamente. Es importante mantener una comunicación constante con el médico para ajustar el tratamiento según las necesidades del niño.

Esquizofrenia infantil: posibles factores de riesgo

Los factores de riesgo de la esquizofrenia infantil incluyen antecedentes familiares de la enfermedad, alta activación del sistema inmunitario, la edad avanzada del padre, complicaciones durante el embarazo y el nacimiento, así como el consumo de medicamentos psicoactivos en la adolescencia.

Para finalizar, es necesario recordar que en caso de presentar alguno de los síntomas mencionados es aconsejable consultar con un profesional de la salud. La detección temprana es clave para un tratamiento eficaz y para prevenir complicaciones.