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Las enfermedades no transmisibles causan 41 millones de muertes al año que equivalen al 71% de los decesos que se producen en todo el planeta, según datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por esa razón, conoce qué es los defectos cardíacos congénitos en los niños, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores terapias disponibles.
¿Qué es los defectos cardíacos congénitos en los niños?
Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la enfermedad de los defectos cardíacos congénitos en los niños se refiere a malformaciones del corazón que están presentes al nacer. Según la información compartida por Mayo Clinic, estos defectos pueden afectar la estructura del corazón y su funcionamiento, lo que puede llevar a complicaciones en la salud del niño.
Estos defectos pueden variar desde condiciones leves que no requieren tratamiento hasta problemas graves que necesitan intervención médica inmediata. La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los niños afectados.
¿Cómo saber si una persona tiene defectos cardíacos congénitos en los niños?
El diagnóstico de defectos cardíacos congénitos en niños puede realizarse durante el embarazo mediante ecografías fetales, donde se pueden identificar signos de estos defectos. Después del nacimiento, un profesional de la salud puede sospechar un defecto si el bebé presenta retrasos en el crecimiento o cambios de color en los labios, lengua o uñas. Además, al escuchar el corazón con un estetoscopio, se pueden detectar soplos cardíacos, que aunque en su mayoría son inofensivos, pueden indicar problemas en el flujo sanguíneo.
Para confirmar un diagnóstico, se utilizan diversas pruebas. La oximetría de pulso mide el nivel de oxígeno en la sangre, mientras que el electrocardiograma registra la actividad eléctrica del corazón. El ecocardiograma utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón en movimiento y la radiografía de tórax evalúa la condición del corazón y los pulmones. Otras pruebas, como el cateterismo cardíaco y la resonancia magnética, proporcionan información detallada sobre el flujo sanguíneo y la estructura del corazón, ayudando en la evaluación de defectos cardíacos congénitos.
¿Cómo tratar los defectos cardíacos congénitos en los niños?
El tratamiento de los defectos cardíacos congénitos en los niños varía según la gravedad y el tipo de defecto. Algunos casos leves pueden no requerir intervención, mientras que los defectos más graves necesitan atención inmediata. Es fundamental que los padres consulten a un cardiólogo pediátrico para determinar el mejor enfoque para cada situación.
Los medicamentos son una opción común para manejar los síntomas y complicaciones de los defectos cardíacos congénitos. Estos pueden incluir fármacos para la presión arterial, diuréticos y antiarrítmicos, que ayudan a regular el ritmo cardíaco. La administración de estos medicamentos puede ser complementaria a otros tratamientos, dependiendo de la condición del niño.
En casos más severos, se pueden requerir procedimientos como el cateterismo cardíaco o cirugía a corazón abierto. Estos tratamientos buscan corregir defectos específicos y mejorar la función cardíaca. La atención de seguimiento es crucial, ya que algunos niños necesitarán múltiples intervenciones a lo largo de su vida y es esencial realizar chequeos regulares para monitorear su salud cardíaca.