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La comunicación interauricular es un defecto cardíaco congénito que se caracteriza por la presencia de una abertura anormal en el tabique que separa las dos aurículas del corazón. Esta condición permite que la sangre oxigenada y desoxigenada se mezcle, lo que puede llevar a complicaciones en la salud del paciente. La información es compartida por Mayo Clinic.
Los síntomas pueden variar desde leves hasta graves, dependiendo del tamaño del defecto y de la cantidad de sangre que fluye a través de él. En algunos casos, la comunicación interauricular puede no presentar síntomas evidentes, mientras que en otros puede requerir intervención médica.
¿Cuáles son los síntomas de la comunicación interauricular?
Los síntomas de Comunicación interauricular incluyen:
- Falta de aire, especialmente cuando haces ejercicio
- Fatiga
- Hinchazón de las piernas, los pies o el abdomen
- Latidos cardíacos irregulares (arritmia)
- Sensaciones de latidos rápidos del corazón o que este palpita fuertemente (palpitaciones), o bien interrupciones en los latidos
- Un sonido sibilante que se puede escuchar a través de un estetoscopio (soplo cardíaco)
¿Cómo saber si una persona tiene comunicación interauricular?
El diagnóstico de la Comunicación interauricular puede realizarse poco después del nacimiento, aunque los defectos más pequeños pueden no ser detectados hasta más tarde. Un proveedor de atención médica puede escuchar un soplo cardíaco al examinar el corazón con un estetoscopio, lo que puede indicar la presencia de un defecto en el tabique auricular.
Para confirmar el diagnóstico, se utilizan diversas pruebas, siendo el ecocardiograma la más común. Esta prueba utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón y evaluar el flujo sanguíneo. Otras pruebas incluyen radiografías de tórax, electrocardiogramas, imágenes por resonancia magnética y tomografías computarizadas, que ayudan a proporcionar una visión más detallada del estado del corazón y detectar cualquier anomalía.
¿Cómo prevenir y tratar la comunicación interauricular?
El tratamiento de la comunicación interauricular depende del tamaño del orificio y de otros defectos congénitos. Muchos de estos defectos se cierran por sí solos durante la infancia y si son pequeños, pueden no requerir tratamiento. Un cardiólogo puede recomendar un seguimiento regular para monitorear su evolución.
Los medicamentos no reparan el defecto, pero pueden ayudar a controlar síntomas, como los betabloqueadores y anticoagulantes. En casos persistentes, la cirugía es común para prevenir complicaciones futuras, especialmente en defectos de tamaño mediano a grande.
La reparación puede realizarse mediante un catéter o cirugía a corazón abierto, dependiendo del tipo y tamaño del defecto. Después de la cirugía, es crucial realizar ecocardiogramas y controles médicos regulares para detectar posibles complicaciones y asegurar un buen pronóstico a largo plazo.