La venta de dólares en el mercado cambiario, con el objetivo de estabilizar el peso, dejó sorprendidos a empresarios y analistas en Wall Street, Washington y Buenos Aires. Si bien el secretario del Tesoro -Scott Bessent- había avisado sobre la posibilidad de un "swap" de monedas, pocos lo consideraban factible: "puras palabras", objetaban.
El miércoles pasado, por la tarde, entre los traders de Wall Street comenzó a correr un rumor fuerte que habría una ayuda concreta y significativa de Estados Unidos a la Argentina. El jueves, cuando el Tesoro activó las órdenes de comprar "pesos", hubo una mezcla de asombro y alivio, según pudo reconstruir El Cronista con ejecutivos del sector financiero, energético, lobbystas y empresarios argentinos.