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La minera británica Gemfields llegó a un acuerdo para vender la totalidad de su participación en Fabergé Limited a SMG Capital, empresa del emprendedor tecnológico Sergei Mosunov, por u$s50 millones.

Con la operación, Mosunov suma a su portafolio una marca reconocida por sus huevos decorados con gemas. El empresario adelantó que mantendrá el enfoque en joyería, relojes y accesorios, y que trabajará para ampliar la presencia internacional de la compañía.

El cierre de un ciclo

La venta de Fabergé pone punto final a un proceso iniciado por Gemfields en diciembre de 2024, cuando comenzó a revisar su relación con la marca. La decisión se retrasó varios meses mientras la compañía concretaba una emisión de derechos destinada a fortalecer su estructura financiera.

"Esta venta marca el final de una era para nosotros", señaló Sean Gilbertson, director ejecutivo de Gemfields.

Los planes de Mosunov para la marca

El emprendedor considera que el legado de la firma abre oportunidades para fortalecer su posición en el mercado global, cuyo objetivo es atraer nuevos clientes sin perder a los que ya valoran la marca.

Además, planea conservar el equipo y la línea de productos, pero con una estrategia comercial más activa en mercados emergentes y alianzas con el sector minorista. "Fabergé seguirá centrándose en la joyería, los accesorios y los relojes, y queremos dar una cálida bienvenida a nuevos aficionados", afirmó.

Cuánto cuestan los huevos Fabergé

Los huevos imperiales originales se venden hoy por sumas que superan los u$s 20 millones en subastas, casi inalcanzables para la mayoría. Sin embargo, la marca ofrece opciones más accesibles, con joyas que mantienen los diseños históricos, que van desde los u$s 3000 hasta los u$s 10.000

El mercado global de joyería fina mueve más de u$s 300.000 millones anuales, según estimaciones de consultoras internacionales. Aunque el liderazgo lo mantienen casas como Cartier, Bvlgari o Van Cleef & Arpels, existe un espacio en crecimiento para firmas como Fabergé.

Los inicios de una joyería de lujo

Fundada en 1842 por Gustav Fabergé en San Petersburgo, la joyería alcanzó fama mundial bajo el mando de su hijo, Peter Carl Fabergé. Fue él quien convirtió a la casa en proveedora oficial de la corte de los zares y dio vida a los célebres huevos imperiales, piezas trabajadas a mano y decoradas con piedras y metales finos.

En plena Rusia imperial, estos objetos se transformaron en símbolos de lujo y en piezas de colección codiciadas que, décadas después, llegarían a alcanzar cifras millonarias en las subastas internacionales. Pero, la Revolución Rusa interrumpió esa trayectoria, ya que la marca quedó inactiva y fragmentada durante gran parte del siglo XX, hasta su relanzamiento en 2007 con una nueva propuesta de alta joyería.

En 2013, Fabergé fue adquirida por Gemfields, que la incorporó a su portafolio para mostrar sus propias gemas. Desde entonces, desarrolló colecciones contemporáneas y reinterpretaciones de sus diseños más icónicos, preservando una herencia de más de 180 años.