Adidas puso a la venta la marca Reebok en una subasta que podría verse afectada por una disputa políticasobre el trabajo forzoso en la región occidental china de Xinjiang, según informó la agencia de noticias Reuters.
El fabricante alemán de artículos deportivos compró Reebok, con sede en Boston (Estados Unidos), por u$s 3800 millones en 2006 para competir con su rival Nike.
"Pero su precario desempeño llevó a los inversores a pedir la venta de la marca, en una transacción que ahora se espera que alcance sólo unos u$s 1200 millones", señalaron a Reuters fuentes vinculadas a la operación.
La baja en el precio ofertado tiene que ver con que el atractivo de Reebok podría verse afectado por los boicots de los consumidores a las marcas de moda occidentales, debido a las acusaciones realizadas en el último tiempo en relación a la utilización de algodón procedente de Xinjiang.
En esta región del gigante asiático se produceuno de los mejores tejidos del mundo, que,según los defensores de los derechos humanos, se fabrica usando mano de obra sometida a trabajo forzoso.El algodón de Xinjiang representa el 85% de la producción chinay el 20% de la oferta mundial.
Adidas solicitó que las ofertas de la primera ronda se presenten la próxima semana.Espera que las compañías chinas Anta Sports y Li Ning hagan sus propuestas, con Fila y Wolverine también como postores en la negociación.
Es probable que inversores financieros -incluidos TPG, Sycamore, Cerberus y Apollo- se unan a la disputa, atraídos por el potencial de recuperación de Reebok, de acuerdo a Reuters.
En febrero de este año, Adidas empezó"un proceso formal de desinversión en Reebok" como parte de "un plan de recuperación", según informó la empresa en ese momento.
Su objetivo es fortalecer Adidas a nivel mundial y distanciarse de Reebok, ya que la marca no llegó nunca a ganar su propia autonomía financiera, pese a los acuerdos alcanzados con celebridades del mundo artístico, como las cantantes Victoria Beckham y Ariana Grande.
"Llegamos a la conclusión de que Reebok y Adidas serán capaces de mejorar significativamente su potencial de crecimiento de forma independiente", explicó hace unos meses el presidente de la multinacional, Kasper Rorsted, y agregó: "Trabajaremos diligentementepara garantizar un futuro exitoso para Reebok y el equipo que la sustenta".
Rorsted asumió el cargo de CEO de la firma en 2016 y lanzó un plan de reestructuración para Reebok. Pero su desempeño continuó por detrás de la performance de Adidas y luego recibió el golpe provocado por la pandemia.
Según los analistas financieros, Reebok terminaría 2021 con pérdidas y podría llegar a reportar ganancias "ligeramente positivas" recién el próximo año, de revertirse la tendencia. En el trimestre que finalizó en septiembre de 2020, apenas el 6,7% de las ventas netas de Adidas provinieron de Reebok.