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La transformación corporativa ya no se explica únicamente por nuevas tecnologías, procesos o estructuras. El verdadero motor del cambio son las personas. Así lo plantearon referentes de Recursos Humanos de distintas compañías, quienes coincidieron en que poner a la gente en el centro se volvió condición indispensable para sostener la competitividad y la innovación.

Alejandro Labadens, director de People & Culture para el South Cluster de Philip Morris International, señaló: " "Quedó muy lejos la gestión del talento en modo statu quo. La innovación constante para desarrollar y retener talento en tiempos de Transformación es la clave que la empresas no pierdan relevancia como opciones de carrera." ".

En el caso de Philip Morris Argentina, la visión de construir un futuro libre de humo viene acompañada de una transformación profunda del negocio y, al mismo tiempo, la gestión de los equipos. "Lo fundamental y diferente fue trabajar con la gente a nivel global para explicitar y codificar la cultura que se vive en el día a día. No se trató de aplicar un modelo teórico diseñado por consultores, sino de construirlo en conjunto con nuestra gente", explicó.

Poe su parte, Myriam Álvarez Iturre, directora de Personas de Movistar Argentina, fue categórica: "Las empresas no marcan la tendencia, son las personas las que cambian primero. El rol de las compañías es entender qué quieren y necesitan". Para ella, la pandemia aceleró un modelo que de todas formas habría llegado: el trabajo híbrido. "La flexibilidad y la armonía son hoy una estrategia de negocio. Los jóvenes no se conforman con culturas rígidas ni promesas vacías. Buscan autenticidad y líderes que los escuchen".

Liderazgo a medida

Hoy gana relevancia el liderazgo "a medida", capaz de adaptarse a las distintas generaciones. "La flexibilidad es una condición sine qua non. La motivación pasa por sentirse parte y tener espacios de participación, como cuando lanzamos un Innovation Day para que todos propusieran ideas nuevas", señaló Tomás Gómez Álzaga, director Sr de Recursos Humanos de Mondelez Cono Sur.

En tanto, Érica Zamora, VP de Gente de Cervecería y Maltería Quilmes, recordó que el aprendizaje continuo es un sello de la compañía. "Quilmes es una escuela. Tenemos programas de coaching y mentoreo que promueven tanto enseñar como acompañar. La clave es que las habilidades blandas y el liderazgo sigan cobrando protagonismo".

Más allá de las particularidades de cada empresa, todos coincidieron en que la transformación cultural solo es posible con confianza y coherencia. "El 92% de nuestros colaboradores sabe que puede contar con su líder cuando lo necesita. Se trata de invitar a las personas a ser ellas mismas, sin máscaras", subrayó Álvarez Iturre.

El futuro corporativo, concluyeron, no pasa por aplicar recetas estándar, sino por construir culturas vivas junto con la gente. Porque en tiempos de cambios acelerados, el mayor diferencial de una empresa es el talento humano y su capacidad de aprender, innovar y adaptarse.